martes, 23 de diciembre de 2008

INCONGRUENCIAS

Clemente Polo
22 diciembre 2008
Clemente Polo
La política española está plagada de incongruencias fruto de la falta de criterio de los dos principales partidos políticos: PSOE y PP. En los últimos días se han vivido con ocasión de la tramitación de los Presupuestos Generales del Estado en el Senado varias situaciones dignas, a causa de su naturaleza esperpéntica, de ser analizadas por algún psicólogo social.

La primera incongruencia hace referencia al comportamiento irresponsable y errático de los senadores del grupo parlamentario de la Entesa Catalana de Progrés El grupo se define a sí mismo en su página de Internet como “el grupo parlamentario nacionalista con más senadores electos” y está integrado por 16 senadores pertenecientes a tres partidos nacionalistas catalanas: 10 del Partit dels Socialistes de Catalunya (PSC); 4 de Esquerra Republicana de Catalunya /ERC); y 2 de Iniciativa per Catalunya Verds-Esquerra Unida i Alternativa (ECV-EUiaA), los mismos partidos que integran el gobierno de la Generalitat. Pues bien, al igual que ocurre en el gobierno de la Generalitat donde lo que un partido hila el otro lo deshila –una de las escasas excepciones donde prima el acuerdo es en torno a la enseñanza, materia en la que los tres partidos, junto con Convergencia i Unió, defienden la inmersión lingüística en la escuela pública e incumplen el Real Decreto de enseñanzas mínimas- el grupo parlamentario de la Entesa ha vuelto a ofrecer un espectáculo bochornoso en el Senado. Cuatro senadores del grupo pertenecientes a ERC, los Sres. Bonet i Reves, Bofill Abelló, Esquerda Segués y Muñoz Hernández, presentaron una enmienda a la totalidad al proyecto de Presupuestos Generales del Estado, a sabiendas de que, en caso de aprobarse la enmienda y ser devuelto el proyecto al Congreso, quedarían eliminadas todas las enmiendas ya aprobadas -¡la mayoría de ellas a instancias de los propios republicanos!-, durante su tramitación en el Senado, y su bien amada Cataluña perdería 21 millones de euros. Pues bien, la enmienda a la totalidad de los senadores republicanos fue aprobada y, aunque las sumas sean modestas –esa suma se la gasta la Generalitat en unos cuantos informes-, algunos proyectos sufrirán las consecuencias de la bromita de ERC e ICV-EUiA, como, por ejemplo, la creación de dos nuevos centros de investigación de energías renovables en Barcelona y Tarragona o las obras de rehabilitación del Hospital de Sant Pau o las murallas de Tarragona.

La segunda incongruencia la protagonizaron los senadores del PSC que integrados en el mismo grupo parlamentario que ERC e ICV-EUiA votaron en contra de la enmienda a la totalidad presentada por los cuatro senadores de ERC de su grupo y fueron derrotados por sus socios minoritarios. ¿Cómo permitieron los senadores del PSC que cuatro senadores de su grupo donde ostentan una amplia mayoría -10 senadores del PSC frente a 4 de ERC más 2 de ICV-EUiA- presentaran una enmienda que no pensaban a respaldar? Quizás primó el afán de dar un coscorrón al Gobierno y, en especial, al Sr. Rodríguez Zapatero que sigue reticente a otorgarles un tratamiento tan privilegiado como ellos desearían en materia de financiación y competencias. Quizás pensaron también que ese coscorrón no tendría consecuencias prácticas, pues ERC ya se había ocupado al defender la enmienda de culpar al PP y a CiU de los problemas de la Generalitat en materia de financiación. Sea como fuere, PSC y ERC erraron en sus previsiones y la enmienda fue aprobada con el apoyo de 118 senadores del PP y 10 senadores de CiU. ¡A pesar de no votar juntos una de las leyes más importantes, los senadores del PSC y ERC siguen, suponemos, constituyendo el “grupo parlamentario nacionalista” más numeroso!

Si la actitud de ERC delata la irresponsabilidad e imprevisibilidad de esta formación y la huida del PSC su patética esquizofrenia desbordado una y otra vez por los alborotadores republicanos y la parsimonia del PSOE, la incongruencia del PP resulta todavía mayor y descalifica por sí sola a la cúpula dirigente de este partido que, tras esta pirueta incomprensible, queda muy malparada su pretensión de ser gente de principios. A esto se le llama morir matando, pero no tras una gallarda defensa contra un enemigo superior que te cerca, sino apoyando un texto que les acusaba de ser “los responsables directos de las graves deficiencias que presenta el sistema actual de financiación”. Pues bien, el PP, mirando hacia otro lado, prefirió autoinculparse y apoyar la enmienda de ERC en aras a conseguir el magro beneficio de devolver los presupuestos al Congreso, donde previsiblemente serían aprobados unos días después.

Y esto nos lleva a examinar la última incongruencia: el voto favorable del partido Nacionalista Vasco (PNV) y el Bloque Nacionalista Galego (BNG) que permitió, primero, sacar adelante los Presupuestos en el Congreso y, por último, levantar el voto del Senado en la sesión plenaria Congreso del pasado 18 de diciembre. Bien sabemos que el apoyo de estas dos formaciones no ha sido fruto de un acto de responsabilidad: el PNV se ha llevado un par de cientos de millones más las competencias en Investigación y el BNG ha logrado también más inversiones para Galicia. ¿Por qué el PSOE se ha sometido al chantaje nacionalista? Una vez más han primado los intereses a corto plazo –no dar baza a la oposición y afrontar en mejores condiciones las próximas elecciones vascas, en el caso del gobierno, y desgastar y descalificar al gobierno, en el caso de la oposición- y los dos partidos que han gobernado España desde 1082, PSOE y PP, han renunciado a pactar unos presupuestos razonables, dejando en manos de un puñado de arribistas, que ni siquiera se consideran españoles, la aprobación de los Presupuestos Generales. Que las prebendas obtenidas por estos dos partidos son injustas no requiere más elaboración, basta con indicar que hubieran ido a otra autonomía si los votos los hubieran prestado los representantes de CIU y ERC, como ocurrió en otras legislaturas. ¡Triste Estado sin autonomía!

Raimon in the sky with diamonds

Raimon in the sky with diamonds

(Divertimento sobre la fábrica de ideas del PSC)

17 diciembre 2008

Clemente Polo


Una nave espacial acaba de suspenderse en el aire muy cerca de la Ille en Barcelona. La puerta se abre y en medio de un silencio estremecedor un extraño ser aparece y comienza a deslizarse por una suerte de alfombra autodesplegable roja y gualda, roja y gualda, roja y gualda, roja gualda hacia el número 75 del Carrer Nicaragua. Los empleados contemplan atónitos el arco iris con las cuatro barras y dejan de recolectar la leña que mantiene viva la gran hoguera encendida en el siglo XII. El ser dirige a ellos una mirada benévola y pronuncia un0s extraños sonidos: “Don’t be afraid. I am a has been but I will not be a candidate again” (No tengáis miedo. Soy uno que fue, pero ya no seré candidato de nuevo). La gente sencilla, iluminada, sin duda, por el Gran Espíritu del Fuego Olímpico, parece comprender las enigmáticas palabras y rompe en aplausos y gritos, transportada por un gran alborozo. “ ¡Ha vuelto! ¡ Ha vuelto!”, se dicen unos a otros, mientras fraternalmente se abrazan.

El ser, hasta ese momento pálido y algo confuso, se anima y continua su discurso: “I have just returned to bring you the light of modern times: I am the boss of the workshop of ideas.” (“He
regresado tan sólo para traeros la luz de la modernidad: soy el jefe de la factoría de las ideas”). Más aplausos y vivas entusiastas de los empleados. Suena la música aguda de unas dulzainas y las gentes, conmovidas, se cogen espontáneamente de las manos y empiezan a moverse lentamente en corro mientras elevan levemente sus piernas. El ser bate entonces con entusiasmo una especie de palo afilado y les dice: “Here, is the pen of catalan socialist wisdom. Join us, write with us”. (“Aquí está la pluma de la sabiduría socialista catalana. ¡Únete a nosotros!¡Escribe con nosotros!” ). Gritos de sincero entusiasmo recorren la muchedumbre. Alerta, un recién nacido exclama: “¡I’ve tinc a n’ idea!”. (“¡Tengo una idea!”). El ser se apresta a tomar nota. ¡L’inmersió lingüística, works!, escribe con deleite.

Reconciliado consigo mismo y con la sociedad, el ser se sienta en la suite ejecutiva de la fábrica de ideas. A un gesto suyo, se despliega en el cielo una hermosa lluvia de fuego mediterráneo y comienzan a desembarcar otros seres de la nave silenciosa. Un ser algo canoso, y fatigado transporta con gran esfuerzo una hermosa tabla donde pueden verse signos aleatoriamente dispuestos por la mano de un artista:


Estatut

de


Catalunya


      +
      .+

      2006
      .+


(P R O Es posible que tu navegador no permita visualizar esta imagen.¡3 %! j E C T E) (¡Erase ALL!).


Le sigue otro que, absorto, tamborilea sus dedos sobre un teclado mientras el vientre de la nave, convertido a la sazón en gigantesca pantalla digital, se va llenando de consignas: BAL A_ NZAS, A GEs posible que tu navegador no permita visualizar esta imagen. E N C I A`tRiB^UTAR -iA catalaNa, FinanciaCiò ara, …. Finalmente, aparece un monaguillo regordete que porta un enorme botafumeiro y va dejando una nube de humo blanco: tras ella, un ser menudo, tocado con una mitra, avanza solemne a campo abierto mientras murmura entre dientes palabras-propuestas para la convención del futuro: TC N O0o me resignaré// R E F ER E NDUM SIii no potser // ZP (traidoor) // ¡ay CAARM--!EL // AuTO n OMÍiA +més + // ceRcAnías Prat papá nOel //EMbAi X ADAS per Apel-les i el meu germá qué // PlaSticBaags PARK sínosínosaurio!// L9 segle XXII d. C.Es posible que tu navegador no permita visualizar esta imagen. the Great Wall III a. C. // niSSAnSONY pÓNjaponjaPonja WW//orapronobisorapronobis. Amén.


Obiols abre a los no afiliados la nueva fábrica de ideas del PSC

(El País, 5 diciembre 2008)


La Conferencia Abierta, una de las ideas más concretas que surgieron del congreso del Partit dels Socialistes (PSC) el pasado verano, echó a andar ayer con el objetivo de convertirse en la nueva fábrica de ideas y de generación de discurso del partido. Su impulsor, el eurodiputado Raimon Obiols, no ocultó en la presentación que su proyecto algo tiene de reacción a la publicitada "refundación del catalanismo" de Artur Mas, pero se esforzó en marcar las diferencias.

De entrada, Obiols insistió en que el proyecto socialista no busca "fichar" personalidades para el PSC, sino "encontrar gente que quiera hablar con los socialistas". Y es que el objetivo del eurodiputado es que al menos la mitad de los participantes en la conferencia sean ciudadanos no afiliados al PSC.

El embrión de la Conferencia Abierta es la Convenció pel Futur, el espacio de debate que el sector más catalanista del PSC ha impulsado el último año con el objetivo de hacer oír su voz en el congreso del partido del pasado verano. Tuvieron éxito, pues la ejecutiva del partido incluyó a varios de sus miembros y Raimon Obiols, la cabeza visible del grupo, recibió el encargo del primer secretario, José Montilla, de poner en marcha la nueva fábrica de ideas del partido. Otros dirigentes que forman parte de la Convenció pel Futur son el consejero de Economia, Antoni Castells, y los diputados Daniel Font y Pia Bosch.

Pasado el congreso y satisfecho por su peso en la nueva ejecutiva, el sector más catalanista volvió a reunirse ayer. En esta ocasión para debatir la crisis económica e impulsar el proyecto del nuevo foro de debate que busca ampliar la base social del PSC. Obiols bromeó con otra diferencia fundamental entre su proyecto y el de Artur Mas. La Casa Gran del Catalanisme, recordó, está impulsada por el jefe de la oposición en Cataluña y aspirante a presidir la Generalitat. Por ello dijo que Mas utiliza la Casa Gran del Catalanisme como plataforma "electoral" y "propagandística". Se distanció del estilo de Mas recordando, entre bromas, que él ya no aspira a ser candidato, después de tres intentos de desbancar a Jordi Pujol de la Generalitat. "Yo soy lo que los ingleses llaman un has been [alguien que ha sido]".

En el acto, al que asistió el portavoz del PSC, Miquel Iceta, Obiols destacó el "valor" del PSC y de su primer secretario, José Montilla, por "exponerse a un debate a campo abierto" en un momento el que el PSC no está en la oposición, gana elecciones y administra extensas cuotas de gobierno.

Obiols destacó también que las nuevas formas de democracia participativa y la iniciativa social serán dos ámbitos de atención en la Conferencia Abierta y animó a participar en este proyecto.


jueves, 18 de diciembre de 2008

LA CRISIS

Clemente Polo
17 diciembre 2008
Clemente Polo
Mala gestión: recesión y crisis

Clemente Polo
Catedrático de Fundamentos del Análisis Económico
Universidad Autónoma de Barcelona


Nadie duda ya de que los bancos y las entidades financieras en los EEUU y la mayoría de países europeos están padeciendo graves problemas de liquidez y solvencia y de que sus economías, que han registrado una brusca reducción de las tasas de crecimiento del PIB en los últimos doce meses, están a un paso de adentrarse en una recesión cuya profundidad ningún experto se atreve hoy a pronosticar. Recesión económica y crisis financiera global constituyen una mezcla explosiva e insólita que el mundo desarrollado no padecía desde la Gran Depresión. Por si había alguna duda sobre lo insólito de la situación, ahí están los erráticos diagnósticos de los responsables económicos a un lado y otro del Atlántico, y la improvisación, falta de transparencia e inconsistencias de los planes que han propuesto para afrontarla. Han jugado con fuego durante años, y ahora quieren apagar el incendio desbocado volcando cientos y cientos de miles de dólares y euros de los sufridos contribuyentes, sin al parecer haber reparado en que el dinero también arde.

Los graves problemas financieros y económicos que padecen la mayoría de las economías occidentales han surgido tras un largo período de crecimiento económico al que por primera vez se han sumado algunos de los países más populosos y pobres del planeta, como China e India entre otros. Esta prolongada fase expansiva, que ha abarcado con alguna breve pausa casi dos décadas, ha terminado ocasionando fuertes alzas de los precios en los mercados de materias primas y alimentos, al mismo tiempo que las manufacturas producidas en las fábricas asiáticas iban inundando los mercados de los países desarrollados y desmantelando sectores productivos que hasta hace algunos años ocupaban a una parte significativa de la fuerza laboral menos cualificada. La respuesta de muchos países occidentales a la amenaza de estancamiento o recesión ha sido reducir los tipos de interés para seguir alimentando el consumo de las familias y fomentando inversiones de dudosa rentabilidad a medio plazo. ¿El resultado? Unas economías cada día más endeudadas, dependientes para mantener tasas de crecimiento aceptables de la inclinación de los inversores extranjeros a seguir financiando el crecimiento del consumo y la inversión. En esta descripción encajan, sin duda, EEUU y España.

La combinación de una política monetaria excesivamente laxa en EEUU a partir de 2000, el desarrollo de productos financieros diseñados para trocear y traspasar los riesgos a otras entidades financieras y las generosas calificaciones otorgadas por las entidades encargadas de valorar los activos, facilitó la asunción de riesgos muy elevados por los bancos y su transmisión a otras entidades financieras y complicó la tarea de los bancos centrales encargados de velar por la solvencia del sistema financiero. Los bajos tipos de interés nominales -que en muchos casos resultaban negativos al descontar la tasa de inflación-, además de atizar el consumo y debilitar el ahorro de las familias, inflaban los precios de activos de larga vida, como las viviendas y las empresas. El círculo vicioso lo cerraban los bancos comerciales e hipotecarios que prestaban alegremente dinero a las familias a tipos variables a muy largo plazo para adquirir viviendas y procedían después a titulizar las hipotecas concedidas, traspasando los riesgos a otras entidades financieras que los adquirían confiando en el prestigio de los bancos de inversión y las agencias de calificación de riesgos. También las propias entidades financieras y las empresas no financieras encontraron muy rentable en esas circunstancias endeudarse para entrar en los mercados inmobiliarios o financiar sus planes de expansión y absorción, olvidando con frecuencia destinar una parte de sus beneficios corrientes a aumentar sus reservas o ampliar capital.

El resultado de todas estas irresponsabilidades ha sido una intoxicación masiva del sistema financiero internacional que ha puesto contra las cuerdas a numerosos bancos y entidades financieras en los EEUU, la UE y otros países desarrollados. Las dificultades comenzaron a observarse en cuanto se dejaron sentir los efectos de la elevación de los tipos a partir de mediados del 2004 y los precios de los activos inmobiliarios se desplomaron en los EEUU a partir de 2006. La pérdida de valor de los activos hipotecados, originó la quiebra e intervención de algunos bancos hipotecarios, de inversión y aseguradoras a ambos lados del Atlántico y puso bajo sospecha la solvencia del sistema financiero internacional. Esta circunstancia, sumada a la certeza de que el largo ciclo expansivo había llegado a su fin en muchos países, llevó a los inversores individuales e institucionales a vender masivamente sus activos para evitar pérdidas, provocando el desplome generalizado de las cotizaciones y convirtiendo en colosales galerías lo que hasta ese momento eran grietas en los balances de los bancos y otras entidades financieras, empresas no financieras y familias.

La gravedad de la situación a comienzos del otoño requería la actuación urgente y coordinada de los principales bancos centrales y gobiernos para restablecer la confianza en el sistema financiero. Había que evitar a toda costa que los ciudadanos, perdida la confianza en la solvencia de los bancos, acudieran en masa a retirar sus depósitos y les obligaran a cerrar sus puertas en cuestión de horas. La medida adoptada por la UE de garantizar los depósitos inferiores a 100.000€ –una cifra bastante inferior a los 200.000$ garantizados a los depositantes en los EEUU- ha ido en la dirección correcta, aunque se ha quedado corta, pues con la elevada incertidumbre existente la garantía debería cubrir el montante total de los depósitos, para evitar que las familias y empresas los troceen entre varias entidades o decidan esconder su dinero bajo el colchón, como parece indicar el reciente auge de ventas de cajas fuertes. Asimismo, los países de la UE deberían garantizar el funcionamiento del sistema de compensación interbancaria para alejar el temor a que la posible insolvencia de una entidad pueda generar impagos cuando se aceptan medios de pago emitidos contra ella.

Resueltos los problemas más urgentes del sistema financiero, ¿cómo se debería afrontar la más delicada cuestión de la falta de solvencia de algunas entidades financieras? Ya he indicado que la mayoría de las entidades financieras, empresas no financieras y familias están necesitadas de capital para cubrir la diferencia entre el valor de sus pasivos y activos. La tarea más urgente ahora es recapitalizar las entidades financieras para que las empresas no financieras y familias puedan encontrar financiación y no se paralice actividad económica. Comprobada la escasa disposición de los inversores privados -los Bancos de América y Santander y Warren Buffet constituyen las únicas excepciones a la regla- a adquirir acciones de entidades sobre cuya solvencia hay dudas razonables, la mayoría de los economistas académicos, incluidos varios premios Nobel, han apostado por que sea un fondo público financiado con emisiones de deuda quien inyecte el capital necesario.

Frente a la compra masiva de activos dudosos a precios inflados por la que apostaba inicialmente el Plan Paulson -y también el plan de 50.000 millones de euros aprobado por el gobierno español-, la capitalización de las entidades mediante la adquisición de acciones preferentes presenta dos ventajas importantes: las transacciones se realizan a precios observables y los contribuyentes coparticipan en los beneficios futuros que obtengan las entidades. Su principal inconveniente reside en que el rescate quiebra una máxima esencial para el buen funcionamiento del capitalismo: quien cosecha los beneficios debe soportar las pérdidas. Resultaría peligroso que los gestores de entidades financieras recibieran hoy el mensaje de que su gestión irresponsable del riesgo se puede solucionar inyectando capital público aportado por los sufridos contribuyentes. ¿Qué ocurriría si las empresas de seguros no investigaran los incendios? Que muchos asegurados prenderían fuego a sus propiedades. Para evitar el riesgo moral que la iniciativa conlleva, la capitalización pública de las entidades debería ir acompañada de una investigación exhaustiva de la gestión realizada por sus ejecutivos en los últimos años y la determinación de responsabilidades por su descapitalización.

La información publicada al respecto cifraba en 145.000 millones de dólares los sobresueldos percibidos por los empleados de cinco entidades financieras estadounidenses entre 2003 y 2007 y en 19.700 millones los que abonarán tres de ellas, todavía en pie en 2008 (1). Estos sobresueldos suponen el 23,5 por ciento de los 700.000 millones de dólares que contempla el plan de rescate aprobado por el Congreso de los EEUU. Resultaría un cruel sarcasmo que mientras miles de familias pierden sus viviendas y las empresas cierran sus puertas o reducen sus plantillas, el gobierno de EEUU y los gobiernos europeos dedicaran cientos de millones de dólares y euros a capitalizar las entidades financieras responsables del desaguisado, sin emprender acciones legales contra los responsables de su descapitalización. No ha faltado, por cierto, quienes han apuntado que el plan Paulson se ha diseñado para salvar el pellejo de sus amigos de Wall Street en una de cuyas empresas, Goldman and Sachs, el propio Paulson labró su inmensa fortuna personal en los años de vacas gordas.

De muy desafortunada cabe calificar la iniciativa del Gobierno español que comparte con el plan inicial de Paulson, el secretismo –no se conocerán los nombres de las entidades beneficiarias del plan de rescate hasta pasados cuatro meses- y el compromiso de adquirir con dinero de los contribuyentes activos de las carteras de las entidades financieras. La única diferencia apreciable con el plan Paulson es que el Secretario del Tesoro de EEUU tenía la honestidad de reconocer que los activos que se iban a adquirir eran problemáticos (troubled assets), en tanto que el Gobierno español enmascara su actuación calificándolos de “máxima calidad” para tranquilizar a la opinión pública. ¡El PSOE se ha atrevido incluso a reescribir el cuento de la lechera y antes que el Gobierno abra la boca ha calculado cuántos cientos de millones ganará el Estado con la operación! Lo cierto es que el Gobierno va a adquirir activos de dudosa calidad a precios sobrevalorados –ningún inversor privado está dispuesto hoy a comprarlos a esos precios- para insuflar a algunas entidades en apuros capital a coste cero o muy bajo. No tengo ninguna duda de que si los recursos provinieran de sus patrimonios privados, los responsables del Ministerio de Economía y Hacienda (MEH) se lo pensarían dos veces antes de dedicarlos a comprar activos de entidades bajo sospecha. Sobre todo cuando, como ya hemos indicado, hay otra forma alternativa de capitalizar esas entidades -adquiriendo sus acciones, cambiando a los gestores actuales y exigiéndoles responsabilidades por su gestión pasada- más transparente, menos costosa para el contribuyente y más acorde con la regla de oro del capitalismo.

El plan de adquisiciones de activos de “máxima calidad” se complementa con el compromiso del Gobierno de destinar otros 100.000 millones de euros a avalar la deuda emitida por las entidades financieras hasta diciembre de 2009. ¿Por qué tenemos los contribuyentes que avalar la deuda de entidades que han obtenido enormes beneficios en la pasada década? ¿No teníamos, según el MEH y el gobernador del Banco de España, uno de los sistemas financieros más solventes del mundo? Lo que en verdad tenemos son bastantes entidades financieras muy endeudadas, incapaces de hacer frente a los vencimientos que habrán de afrontar en los próximos meses. Puede ser que los activos de algunas de esas entidades sean de la “máxima calidad”, como nos dice una y otra vez el Gobierno, pero los inversores privados no parecen muy dispuestos ni a adquirirlos voluntariamente, ni a refinanciar la deuda de esas entidades.

En éste, como en tantos otros asuntos, el Gobierno está actuando con la ligereza y falta de responsabilidad típica de quienes apuestan con dinero ajeno. El Gobierno no ha anticipado una recesión que cualquier analista independiente consideraba inevitable desde hace años (2). ¿Se acuerdan Vds. del plan de dinamización de la economía que presentó el MEH en febrero de 2005, al inicio de la legislatura anterior a bombo y platillo? ¿Dónde están los informes trimestrales de seguimiento del impacto de las 100 medidas adoptadas para cambiar el obsoleto modelo de crecimiento basado en el ladrillo? Avísenme si encuentran uno. Al final primó la autocomplacencia y la inacción (y otras cosas peores) durante los cuatro años siguientes y se mantuvo el modelo inalterado hasta que reventó con el repunte de los tipos de interés.

El inevitable fin del modelo de crecimiento español basado en un nivel de endeudamiento insostenible a medio plazo y un tamaño excesivo del sector de construcción, se ha complicado con una crisis financiera cuya extrema gravedad el Gobierno ha tardado bastantes semanas en reconocer. No hay nada que temer, repetían los responsables económicos del gobierno, los problemas están al otro lado del Atlántico y allende los Pirineos: “Spain is different”. Finalmente, el Gobierno ha optado por afrontarla indirectamente, adquiriendo activos sobrevalorados de las entidades financieras con problemas, avalando sus futuras emisiones de deuda, manteniendo a sus actuales gestores y hurtando información al contribuyente sobre las operaciones de salvamento realizadas. Se van, en suma, a dedicar ingentes cantidades de dinero público a encubrir la mala gestión de algunas entidades financieras y a paliar las consecuencias de los excesivos riesgos por ellas asumidos durante la época de bonanza, cuando lo que la economía necesita con urgencia en estos momentos es inyectar capital en las entidades con problemas para restablecer la confianza en el sistema financiero. Para ello, se necesita aprobar un paquete potente de estímulos fiscales y aumentos del gasto público productivo, no la pedrea adelantada de 8.000 de euros concedida a los Ayuntamientos para financiar obras improvisadas en un mes, que detengan la espiral recesiva, impida que continúen deteriorándose el valor de los activos en los balances de las entidades financieras y mejoren la productividad de nuestraa economía.

(1) Estas entidades son Goldman Sachs, Merryl Lynch, Morgan Stanley, Lehman Brothers y Bear Stearns. Las dos últimas han quebrado.

(2) Véase, por ejemplo, mi artículo “Ahorro, inversión y saldo de operaciones corrientes” publicado en el Informe Económico y Social de las Islas Baleares, “Sa Nostra”, mayo de 2005. Una opinión similar la expresó recientemente el ex-gobernador del Banco de España L. A. Rojo en la entrevista publicada en El País el 19 de octubre 2008.

NACIONALISMOS Y SUS CÓMPLICES.

El Servicio de Normalización Lingüística de la Universidad de La Coruña, en colaboración con el Ayuntamiento de la misma ciudad y la Diputación, aprovechó el 25 de Noviembre, día de la no violencia contra las mujeres, para denunciar públicamente otra forma de violencia que debe ser eliminada para recuperar la propia dignidad y construirnos, se dice, individual y colectivamente. Como pueden imaginar, se trata de no hablar en castellano o español (la lengua de Franco) y sí hablar en gallego, lengua de la libertad. Esto último es mío, pero seguro que a ellos no les parece una bobada.

Lo primero de todo y antes de entrar en harina, ¿cómo es posible tanta estupidez? Creo que estas exhibiciones, con la cara bien alta y sin sonrojo, son más probables y habituales en contextos cerrados y faltos de libertad. No es casual que los nacionalismos se hayan convertido en los totalitarismos de nuestro tiempo. Por eso, las mismas características (con pequeñas diferencias) pueden aplicarse a nuestros desleales nacionalistas, sean del Imperio oprimido que sean. Veamos lo que decía un famoso catalanista, que se supone lleno de seny, como nos recuerda Juan Ramón Lodares:

‘Si se tiene en cuenta el mito babélico, se entienden afirmaciones como las de Jordi Pujol cuando decía: Cataluña es una Nación pero España no lo es. Tal expresión nos presenta a una Cataluña imaginada, homogénea, pura, que idealmente tiene una sola lengua propia, el catalán, circunscrita a un territorio y separada de sus vecinos. La lengua es, como se ha dicho, el índice de pureza racial’.

Dejemos aparte la cuestión de la lengua propia. Esta tontería, es triste decirlo, no es exclusiva de los nacionalistas periféricos. Por motivos que comentaré, la enfermedad se ha extendido a otros ámbitos. He oído a políticos destacados del Partido Popular hablar, con plena normalidad, de lengua propia. Lo mismo sucede con la gran mayoría de los políticos de izquierda. ¿Cómo se han alcanzado tan altos niveles de estulticia política? En el Partido Popular (aunque no todos son tan acomplejados, afortunadamente), porque hace tiempo renunciaron al debate de ideas y se han centrado en la gestión y el precio de la leche. En la izquierda, por motivos aún más penosos, que luego comentaré.

Esta obsesión enfermiza, y fuera de la realidad, por la pureza identitaria, pureza lingüística, pureza costumbrista, etcétera, es propia de mentes profundamente conservadoras y excluyentes. Recordemos que la conocida obsesión por la identidad en general, y la identidad lingüística en particular, tiene que mucho que ver con la consecución de beneficios materiales. Dicho en Román paladino, más cargos políticos y funcionariales, más subvenciones, más capacidad de decisión. O sea, más poder y dinero para nosotros, los del terruño. Los de ‘pata negra’.

Si los nativos de ‘pata negra’ han de tener ventajas porque son una prolongación natural del terruño, los ‘forasteros’ (charnegos, maketos y otras gentes de mal vivir) no podrán acceder a tan copiosos y merecidos beneficios. Claro, no son de aquí. Y si, por un casual, un charnego reconvertido accede a un importante cargo público, como sucede con el bachiller Montilla, tendrá que haber renunciado (de hecho, al menos) a sus orígenes y exhibir sin tapujos su orgullosa y preferente catalanidad. Es cierto, conviene ir de romería al pueblo natal y hacerse unas cuantas fotos.

Ya tenemos la mezcla adecuada de ‘pureza patria’ y ventajas económicas, sociales y políticas. El que comulga con la tribu será bien visto y debidamente recompensado. O bien, no molestado. El que esté alejado de la tribu, o se atreva a criticarla, que cargue con las consecuencias. Vean a Boadella. ¡Que aprendan todos!

¿Y qué pasa con la izquierda? Salvo algunos, que se atreven a criticar el maridaje nacionalismo/izquierdismo como, por ejemplo, J. Leguina, convenientemente marginado, los demás callan, o hacen el tonto. No les resulta difícil. Además, el pesebre es el pesebre. Pero las palabras del político madrileño se quedan cortas: ‘Todo este embrollo, esa sensación de engaño o de traición que tantos hemos sentido ha sido el resultado de un gran malentendido: aquel que nos hizo pensar que la izquierda catalana era una izquierda homologable con la del resto de España’.

El error, el trágico error es que la izquierda española, en general, se parece, de cada vez más, a la catalana. Incluido el Presidente Zapatero. Recordemos su famosa reflexión: ‘El concepto de nación es discutido y discutible’. El de nación española, por supuesto. No se atrevería a decir lo mismo de las grandes naciones catalana, vasca y gallega. Esta es la izquierda, digamos, española. Este es su lamentable viaje. Al simple mantenimiento del poder.

Se ha dicho, repetidamente, que no se puede prescindir de ningún elemento de un sistema cerrado, porque se desmorona. Si esto es cierto, los nacionalismos periféricos están condenados, como sistemas cerrados que son, a seguir con más discriminaciones y mentiras y no abrir la mano. Si entra aire fresco podría resquebrajarse el edificio. Ya saben, el rey estaba desnudo y los súbditos lo veían vestido, como él quería que lo vieran. Es el miedo a la libertad, la fidelidad a la mentira. Son los jugadores de cartas que siguen jugando al mus cuando asesinan a su compañero Ignacio Uría. Pues sí, los nacionalismos han traído coacción, mezquindad y miedo.

‘Cuanto más tratemos de regresar a la heroica edad del tribalismo, tanto mayor será la seguridad de arribar a la Inquisición, la Policía Secreta y el gangsterismo idealizado... Pero si queremos seguir siendo humanos, entonces sólo habrá un camino, el de la sociedad abierta’. (Popper)

Así pues, seguirán las discriminaciones y desprecios frente a los que no se plieguen a sus consignas etnicistas y liberticidas. Seguirán los públicos alardes y ostentación de lealtades tribales. La adoración al animal metafísico: La Nación. Y mentiras, subvencionadas y voluntarias, para ocultar el verdadero rostro del nacionalismo. Y el silencio cómplice. En este viaje, carente de ética y de estética, le acompaña la izquierda. Casi toda.


Sebastián Urbina.

domingo, 30 de noviembre de 2008

Montilla contra la Constitución

Clemente Polo
29 noviembre 2008
Clemente Polo
Después de haberse saltado a la torera el Real Decreto 1513/2006 de 7 de diciembre que establecía las enseñanzas mínimas con el fin de “asegurar una formación común a todos los alumnos y alumnas del sistema educativo español”, se puede esperar cualquier disparate del Sr. Montilla, secretario general del Partit dels Socialistas de Catalunya (PSC) y presidente del Govern de la Generalitat. Quien no ha tenido empacho alguno en decretar dos moratorias sucesivas a la aplicación del mencionado Decreto, con la intención expresa de impedir que los niños que cursan la enseñanza primaria en Cataluña reciban tres horas, en lugar de las dos actuales, en lengua y literatura castellanas -la lengua, ¡eso a quién le importa!, que nos permite comunicarnos y desarrollar nuestra actividad laboral en España e Iberoamérica-, es capaz, sin duda, de cometer sin inmutarse un pelo las mayores tropelías y camuflarlas ante la opinión pública con los más estrambóticos argumentos y el servil apoyo de los medios de difusión públicos y privados, movilizados en favor de tan noble causa.

La última perla que nos ha regalado el infame President es su velada amenaza de movilizar a los catalanes si el Tribunal Constitucional (TC), en el ejercicio de sus funciones reconocidas en la Constitución, se atreve a recortar el Estatuto de Cataluña aprobado en las Cortes de España y, posteriormente, refrendado por el 36,5 por ciento de los ciudadanos residentes en Cataluña el 18 junio de 2006. El asunto tiene miga. El President considera de lo más normal y legítimo que su Gobierno, el órgano ejecutivo de una Comunidad Autónoma, incumpla durante dos años una norma estatal, como el Real Decreto de enseñanzas mínimas, aprobada en las Cortes españolas, pero juzga inaceptable y amenaza por enésima vez con la desafección de Cataluña –una entidad hay que suponer ignota pero sensible, que ha encontrado su médium natural en la persona del Sr. Montilla- si el TC se atreve a pronunciarse en contra de una ley también aprobada en las Cortes.

La posición del Sr. Montilla sobre este asunto refleja el punto de vista, casi unánime en la clase política catalana, de que la principal misión del Ejecutivo catalán es alcanzar en el plazo más breve posible el marco político dibujado en el preámbulo del Proyecto de Estatut de Cataluña aprobado en el Parlament el 30 de septiembre de 2005. Que nadie se engañe al respecto: avalado por el Sr. Montilla y el 88,9 por ciento de los parlamentarios autonómicos el proyecto “define las instituciones de la nación catalana y sus relaciones con los pueblos de España en un marco de libre solidaridad con las naciones y pueblos que la conforman, compatible con el desarrollo de un estado plurinacional.” Y que alcanzar ese estado de independencia desde la que se ejercita la libre solidaridad con las naciones y los pueblos de España, constituye el principal objetivo del ejecutivo catalán, no sólo cuando los responsables de la Generalitat eran los Sres. Pujol i Soley o Más i Gavarró, sino también ahora cuando el poder lo detentan los nacionalistas sin “i”,los Sres. Montilla Aguilera, Iceta Llorens y Zaragoza Alonso, máximos responsables del PSC, la principal fuerza política y de gobierno cuando el Proyecto de Estatut fue elaborado y aprobado en el Parlament de Cataluña.

¿Qué hay más allá del proyecto construcción nacional para los políticos catalanes? Casi nada. Resulta, de momento, obligado acudir al Parlamento de España para asegurarse de que el Gobierno del Estado, como a ellos les gusta llamar eufemísticamente al Gobierno de España, es el más favorable posible para sus intereses de seguir impulsando la soberanía de Cataluña y, de paso, sacar lo que se pueda, cuando se tramitan los Presupuestos Generales del Estado o se precisan los votos de los parlamentarios catalanes para apoyar la investidura de algún representante “de las naciones y los pueblos de España”. Hay también, para no parecer paletos y retrógrados, que conceder un pequeño papel a la UE, no porque la asunción por parte de una entidad supranacional de algunas funciones hasta hace poco reservadas a los Estados miembros sea en sí mismo un proyecto político interesante, sino porque hay que promover el uso de la lengua catalana en las instituciones comunitarias. ¡Qué buena compañera de viaje esta UE en tanto siga pacientemente regalándonos dinero de los sufridos contribuyentes alemanes y sus funcionarios no se pongan quisquillosos a la hora de averiguar si algunos partidos políticos catalanes han desviado parte de esos fondos a sus arcas! Además, no lo olvidemos, la Unión se ha convertido en un lugar todavía más interesante desde que Bélgica está al borde de la secesión y la Unión ha reconocido la independencia de Bosnia-Herzegovina, Montenegro y Kosovo.

El mal viene de lejos y supera en mucho el ámbito de Cataluña. Como los padres de la Constitución de los EEUU sabían muy bien, la salvaguarda de la libertad en democracia precisa contrarrestar la tendencia incontenible del poder Ejecutivo a absorber y reservar para sí mismo todas las funciones del Estado; y para evitarlo se cuidaron muy mucho de establecer dos contrapoderes fuertes e independientes: un poder legislativo, el Congreso, que controla al poder ejecutivo y un poder judicial encargado de velar por el cumplimiento de la Constitución y las leyes. Sin la independencia de ambos contrapoderes, la democracia languidece y se aproxima a un régimen autoritario donde el Ejecutivo elabora las leyes, las aprueba y las interpreta, consolidándose, en el mejor de los casos, una alternancia política de carácter caciquil, sustentada en el clientelismo e inmune a la corrupción.

En España, nuestra joven democracia, instaurada al aprobarse la Constitución de 1978, presenta síntomas de descomposición evidentes a cualquiera que quiera verlo. En estos treinta años, se ha desarrollado y alcanzado una notable madurez endogámica una clase política que ocupa la totalidad de las instituciones ejecutivas –Gobiernos Central y Autonómicos, Diputaciones y Ayuntamientos-, controla muy de cerca la labor de los correspondientes órganos legislativos e interfiere continuamente en la labor de la judicatura. El poder legislativo se ha convertido en un apéndice, un tentáculo más de los partidos políticos que gobiernan y los legisladores aprueban rutinariamente, sin apenas debatirlas, las propuestas legislativas elaboradas por el poder ejecutivo, incluso cuando abordan cuestiones delicadas y conflictivas. Por otra parte, el poder ejecutivo atenaza, mediatiza y cercena de continuo la independencia judicial, comentando sus resoluciones, mostrando abiertamente su discrepancia -a veces antes incluso de haberse hecho públicas- cuando no le son favorables, controlando sus órganos rectores mediante un vergonzoso sistema de cuotas, como ocurre en el caso del Consejo del Poder Judicial, el órgano rector de los jueces, e incumpliendo los plazos para la renovación de los órganos por razones de oportunidad política, como ha ocurrido en el caso del propio Consejo y ahora en el del mismísimo TC.

¿Qué crédito pueden merecerle sus resoluciones, verdad, Sr. Montilla? Por si acaso en un alarde insólito de independencia los magistrados del TC se atrevieran a disentir, Vd. ya ha manifestado en sede parlamentaria que no tolerará la mutilación de su hoja de ruta y que ante una eventual sentencia contraria -¿contraria a qué?- no adoptará una posición de resignada pasividad. Así que ya saben, Sres. magistrados del TC, déjense de lindezas jurídicas y limítense a confirmar la hoja de ruta del Sr. Montilla, su entorno de falsos socialistas, falsos españoles y falsos europeos y de sus socios de gobierno, que con más sinceridad han manifestado una y otra vez su objetivo de alcanzar la independencia de Cataluña, sin recurrir al subterfugio del Estado plurinacional. ¿Para qué se van a molestar Vds. en examinar la constitucionalidad del Estatut de Cataluña, si el President ya ha dictaminado su plena legalidad? Al Sr. Montilla sólo le ha faltado pedir la disolución del TC, por superfluo, aprovechando que estamos en tiempos de crisis y hay que economizar recursos para poder seguir abriendo embajadas catalanas en Berlín y Nueva York. No lo ha hecho, me temo, no porque así no lo crea en sus adentros, sino porque en su ausencia se levantaría el suave velo que oculta la arbitrariedad y la omnipresencia del poder ejecutivo en nuestra empobrecida democracia.

martes, 25 de noviembre de 2008

Acta Amigos UPyD 20-11-08

En la Ciudad de Barcelona siendo las 20,00 horas del día 20 de Noviembre de 2008, convocadas por el grupo impulsor “amigos de UPYD”, se reúnen en el Hotel Icaria BCN diversas personas a las que da la bienvenida XXX en nombre del grupo impulsor. Por la interviniente se hace una breve exposición y comentario del orden del día propuesto. Acto seguido se acuerda una derrama de los asistentes para atender los gastos del evento y se abre un turno de intervenciones de los asistentes.

Interviene en primer lugar otra miembro del grupo impulsor quien traslada a los asistentes su preocupación por que se pueda perder en el Parlament el numero de diputados conseguidos por C’s en las ultimas elecciones. Se da lectura a un escrito donde se aboga por la regeneración democrática.

Miembro impulsor 3º que le sigue en el turno hace un llamamiento a los lideres de los partidos UPYD y C’s para que hagan un esfuerzo por mantener los principios que inspiraron su creación, pues las ideas son patrimonio de los ciudadanos no de los partidos.

Participante 1ª de UP&D hace llegar a los concurrentes su criterio critico y realista sobre la hipotética unión de UPYD y C’s, pues alega que alguno de sus lideres públicamente se ha negado a ello. Critica a los representantes de UPYD por su política de mantener el partido como un coto cerrado.

Participante 2º de C,s es partidario de la unificación de partidos en la que C,s esta de acuerdo, pero afirma que UPYD es contraria a esta estrategia.

Participante 3º afiliado a C,s sostiene que es prioritario que los dos movimientos converjan enfrentándose al nacionalismo, pues el no engranarse sería la mayor estupidez. Hace un llamamiento a favor de la doble militancia en los dos partidos a un a riesgo de la expulsión, pero es necesaria la unidad de acción.

Participante 4ª sostiene que los partidos son de las bases y que los programas de UPYD y C,s son casi exactos. Pide un comunicado dirigido a las cúpulas de los partidos. Dice se tienen que olvidar problemas personales y pasar a la acción política conjunta. Si se unen ambos partidos el que surja tiene que ser de ámbito nacional. Pide no se deshaga lo que se ha construido durante mucho tiempo.

Miembro impulsor 4º de UPYD aboga por que no se pierda la iniciativa de C,s pues UPYD en Cataluña nada pinta, crece si, pero no en Cataluña. No hay que presionar a C,s sino a UPYD.

Participante 5º se refiere al ideario de C,s, le preocupa que solo sea el antinacionalismo lo que nos une, que para vencer al nacionalismo hay que tener un programa y que ni UPYD ni C,s han sabido hacerlo. Ve bien que estén juntos en la reunión los de UPYD y C,s.
Participante 6ª sostiene que Robles, Pepe Domingo y hasta Rivera están por la fusión, que la base de ambos partidos es la misma y que es Rosa Diez la que no quiere oír hablar de fusión.

Participante 6º quiere que se mantenga el espíritu del Pabellón de Horta y ser capaces de decir a la gente que creemos en las estructuras democráticas. Conoce a las cúpulas de ambos partidos. Dice que gente de Madrid quiere la unión pero que Rosa Diez no quiere. Sostiene que C,s tiene marca propia y UPY D no. Propone una estructura grande que permita aglutinar ideas.

Participante 7º de C,s pregunta sobre el numero de afiliados de UPYD en BCN, si es de unos 50. Propugna que de aquí surja un proyecto de bases no de cúpulas.

Participante 8º de C,s propone un partido que abarque desde la derecha liberal al socialismo que no este contra nadie y se hable con todo el mundo. Acepta que el partido no sea independentista. Quiere la unión de ambos paridos pues ello les puede beneficiar a ambos.

Participante 9ª de C,s pregunta a representantes de UPYD por qué Rosa Diez no quiere la unión. Cree que las bases pueden influir en C,s pero no en UPYD que es un partido de Rosa Diez donde ella es la máxima autoridad.

Participante 5º de UPYD dice que antes los dirigentes de C,s en “plataforma pro” no estaban por el acuerdo, que en C,s solo 4 votaron a favor del acuerdo.

Participante 10ª afirma que Rosa Diez no quiere la unión y ella cree que resultaría muy complicado unir dos partidos aunque no descarta algún tipo de acción conjunta. Pide una mayor acción de C,s en la calle para que las bases presionen.

Participante 11º de Alternativa Ciudadana Progresista, dice que el cree que en origen C’s no era antinacionalista y que tampoco cree que la cúpula de C’s pueda generar un acercamiento. Propugna que en las europeas Francisco Sosa Wagner candidato de UPYD sea apoyado por C,s.

Participante 12º de Cerdanyola se refiere a la dictadura de los nacionalismos, problema de la COPE y problema lingüístico. Propugna presionar desde la base y mantener el no nacionalismo frente al antinacionalismo. Recomienda coalición guardando C,s su propia identidad. Ir separados a las elecciones es lo último que hay que hacer. Recomienda C,s para Cataluña y UPYD a nivel nacional.

Participante 2º en segunda intervención, afirma que la persona que no quiere la unión es Rosa Diez, insiste en que el Consejo General de C,s se ha manifestado a favor de unión y que incluso han nombrado una comisión.
Participante 4ª en segunda intervención contesta a Carlota y le dice que todo es causa de los personalismos: “quitate tu para ponerme yo”. Pide generosidad y advierte que estamos ante el riesgo de balcanización. Espera responsabilidad de Rosa Diez y de C,s. Los votos son de las bases no de las cúpulas.

Participante 13º de C,s opina que el que no quiere unidad es Rosa Diez, que UPYD esta creciendo y que C,s no ha podido ni cubrir las listas en las elecciones.

Participante 6º en segunda intervención dice que C,s se desmorona, que no ha sabido hacer nada. C,s es inconsistente, pues llego a votar con ERC la destitución de una ministra de España en el Parlament. Afirma que C,s no desarrollo lo prometido. Que Rosa Diez esta esperando acoger los restos de C,s, que UPYD no es transversal pues lo llevan 3 personas.

Participante 14º de C,s está de acuerdo en que hay que colaborar de forma conjunta. Que a pesar de que C,s ha pretendido la unión Rosa Diez no ha querido. Pide se superen los resentimientos entre compañeros de UPYD que se fueron de C,s. Pide acciones conjuntas de ambos partidos en mesas conjuntas y candidato común en las europeas. El no nacionalismo nos une y es prioritario enfrentarse a el.

Participante 15ª afirma que mas vale juntar que separar. Que hay que olvidar el pasado y que UPYD no se come nada en Cataluña. Que C,s es mejor para Cataluña que UPYD Hay que colaborar pues hace poco estábamos todos juntos.

Participante 3º en segunda intervención dice que existen dos partidos muy próximos ahora, pero que si pasa el tiempo cada vez estaremos más separados. La unidad surge de los congresos de los partidos y que esto ni se ha iniciado. Que la presión de las bases, aunque muy numerosa, no servirá de nada. Que C,s está implantado en Cataluña y no UPYD, al contrario que en el resto de España.

Participante 16º de UPYD , sostiene que su partido no crece porque no existe interés en proponer la afiliación a nadie. Todo obedece a diferencias personales entre Rosa Diez y Rivera. El ha observado actitudes despectivas y recuerda que en el congreso de C,s no se invito a UPYD. Dice no solo hay que hacer antinacionalismo sino abordar temas sociales y sindicales.

Concluye el acto miembro impulsor 5ª, que agradece la asistencia y patentiza su emoción por el hecho de que 48 personas hayan asistido a un encuentro “mas allá de la cúpula”. Sostiene que el discurso es de las bases y no de la cúpula y que si bien hacen falta lideres mediáticos estos sin el apoyo de la base no serian nada Hay que unir fuerzas de las bases para presionar a la cúpula. Propugna presencia conjunta en la calle y sintetiza en seis puntos lo tratado en la reunión: Que la presión de las bases en UPYD en este momento es nula; hay que plantearse la doble militancia como estrategia ; considerar el apoyo a Sosa Wagner ; aportar mini propuestas para acción conjunta; que C,s convoque reunión para tratar el acercamiento y que el comunicado que se emita de esta reunión se dirija a las cúpulas de UPYD y C,s y a la prensa.

Para concluir invita a hacer borrón y cuenta nueva y olvidar el pasado y pensar en el futuro.

Y no habiendo más asuntos que tratar siendo las 21,30 horas se levanta la sesión.

Esta reseña ha sido redactada por participante 17º en condición de simple asistente.


A continuación, transcribo el mensaje, redactado y leído por uno de los presentes al acto, que se pretende elevar a las cúpulas de Ciudadanos y UPyD, quedando abierto a alguna puntualización por parte de los presentes durante una semana.

UPyD y Cs son dos partidos nuevos que nacen con la vocación de impulsar nuevas políticas y aportar nuevas ideas en el panorama político Español . Tal y como han expresado sus dirigentes en multitud de ocasiones, ambos partidos han nacido con la vocación de ser una alternativa a la vieja manera de hacer política. Upyd y Cs tienen muchas mas cosas que les unen , a cosas que les desunen. Ambos se nutren del liberalismo progresista y del socialismo democrático y en la articulación de ambos se encuentran los principios que hoy fundamentan la convivencia en todas las sociedades avanzadas. Y ambos surgen como reacción a los los excesos del nacionalismo imperante en nuestro panorama político.

Por ello, las Bases de ambos partidos hoy aquí reunidas , queremos reclamar a las cúpulas de ambos partidos, que practiquen y lleven a termino todas aquellas políticas y consensos propios de una autentica Regeneración Democrática para que el proyecto original de ambos partidos, por el que tanto se ha luchado, no se diluya en Cataluña.
.
La Bases de ambos partidos reclaman a sus dirigentes que no se vuelvan a dar situaciones de no-entendimiento entre ambos partidos como las ocurridas en las elecciones generales en Cataluña. Tenemos que ser capaces de realizar cuantas reformas internas , pactos y alianzas entre los dos partidos para poner en practica esta nueva manera de hacer política. Para ello, es necesario que las cúpulas sean lo suficientemente generosas en sus renuncias y se comprometan a realizar todas las acciones que permitan sumar esfuerzos para conseguir incrementar la representación parlamentaria en las elecciones autonómicas catalanas.
.
En definitiva, las Bases queremos políticas de coalición y consenso propias de la Regeneración Democrática. Por ello, reclamamos a los dirigentes de ambos partidos que hagan un verdadero ejercicio de cultura democrática y que unan sus esfuerzos con el fin de conseguir consolidar el proyecto que nos une a todos.

viernes, 14 de noviembre de 2008

Reunión Amigos de UPyD

Jueves 20 de noviembre de 2008
Hora 19:30
Hotel ICARIA
Avenida Icària, 195
TEL 93 221 82 00


TEL 93 221 82 00

OBJETIVO 1

    • Mantener el contacto, evitar la dispersión, facilitar el debate entre personas comprometidas con el rechazo al nacionalismo con independencia de su afiliación política.

Objetivo 2

    • ¿Pueden los afiliados y simpatizantes de UPyD y de Ciudadanos coincidir en una unidad de acción y de reflexión? Pregunta a debate con la participación de afiliados de base de ambos partidos.

OBJETIVO 3

    • Acción política a someter a votación: Ciudadano Calle

      Un grupo de voluntarios sin identificación partidista sale a las Ramblas, un sábado por la mañana al mes, a preguntar a los ciudadanos su opinión sobre la actualidad política del día. Se graban las respuestas autorizadas de los ciudadanos, y se hacen fotos, para posteriormente incluirlas en nuestra Web. Se propone que la primera acción sea con la siguiente pregunta o similar:

      ¿Sabe lo que es ‘tunear’ un coche? ¿Sabe que un político, Benach, ha gastado 20.000 euros para tunear su coche oficial? ¿Qué opina que un politico nacionalista haga esto en relación a la crisis que estamos padeciendo?¿Cree que esto es defender los intereses de Catalunya?

      Esta acción es solo un ejemplo para comenzar la sesion. Serán leídas y debatidas aquellas propuestas que lleguen escritas y resumidas en un máximo de unas 120 palabras.

TEMPORIZACION (“TIMING”)

5’Bienvenida y Lectura de Objetivos de la Reunión
5’Elección del cronista de la reunión
55’Turnos de palabra de los participantes
20’Votaciones sobre fecha objetivo cuatro
5’Recogida de teléfonos y mails

COMO LLEGAR

Metro Linea 4: Ciutadella Vila Olímpica es la parada más cercana.

El Hotel Icaria se encuentra a 10 minutos andando desde esta parada



Parking en el Hotel

Tras el encuentro, tendrá lugar una cena cuyo menú tiene un

importe de 30 euros (IVA incluido).

Si deseas participar has de reservar llamando al 606 956 086
Parking en el Hotel: tarifas de 2´50 euros por hora

martes, 21 de octubre de 2008

REUNION AMIGOS DE UPyD


Jueves 23 de octubre de 2008
(Se mantiene la entrada por los comentarios)

sábado, 18 de octubre de 2008

VÍCTIMAS CONVERTIDAS EN VERDUGOS

VÍCTIMAS CONVERTIDAS EN VERDUGOS Por: Sebastián Urbina.

Es típico de las sociedades totalitarias. No solamente las víctimas son convertidas en verdugos sino que los verdugos se convierten en víctimas. Pero ¿acaso la sociedad catalana es una sociedad totalitaria? Claro que no. En las sociedades totalitarias hay un poder absoluto del Estado y la libertad está grave y sistemáticamente restringida. Los casos de Stalin y Hitler podrían ejemplificar a este tipo de sociedades. No, creo que la sociedad catalana es, en preocupante medida, una sociedad autocrática.

¿En qué sentido? Hay una fuerte concentración del poder político en una sola dirección, el catalanismo obligatorio; hay un intento sistemático de permear todas las instituciones de la ideología catalanista; un intento de controlar la educación y los medios de difusión para perfeccionar esta tarea de adoctrinamiento generalizado; hay una descalificación y discriminación sistemáticas de los disidentes, del que A. Boadella es un ejemplo destacado. Finalmente, la mentira es el colofón necesario para negar toda esta tarea de ingeniería social que llevan adelante los políticos catalanistas. Con el apoyo de los autocalificados socialistas. ¡Y ellos se creen progresistas!

En esta sociedad tan avanzada, el secretario general de ERC, que forma parte del gobierno catalán, y diputado en el Congreso, afirmó ayer que el Tribunal Constitucional estaba 'deslegitimado' para resolver sobre el recurso contra el Estatuto de Cataluña. Añadió que si la sentencia es adversa 'habrá que dar la voz al pueblo catalán'. Imaginamos que mientras se cantan canciones patrióticas.

En esta sociedad tan avanzada, Carmelo González, un padre que ayunó para educar a sus hijos en español (ya sé que es increible) ha sido acusado de estar 'obsesionado' por la política lingüística de la Generalitat, de sufrir 'inadaptación social' y de 'utilizar' a sus hijos para su 'cruzada'. Este es un dramático ejemplo de conversión de una víctima en verdugo. Son los aromas pestilentes de la política catalana actual.

Cuenta Malinowski, en 'Crimen y costumbre en la sociedad salvaje' que con motivo del asesinato de un marido a manos del amante, y dada la ausencia de policías, jueces y cárceles, se procedió al aislamiento social del asesino. En una tribu, el individuo no es nada. Es como una gacela. Fuera del grupo no tiene escapatoria. Perece. Y así fue. Deambuló triste y enajenado por el poblado y sus alrededores hasta que se suicidó, colgándose de un árbol.

No creo, afortunadamente, que Carmelo tenga que hacerlo. Pero el ejemplo sirve para mostrar la soledad del corredor de fondo en una sociedad recelosa y cautelosa. ¿Y cobarde? ¡Silencio, hermanos! Dejemos que Carmelo vaya al psiquiatra. Es lo menos que le puede pasar al que se enfrenta a la Idea Sagrada. ¡Qué más da que la ley le apoye! No la cumplimos cuando no queremos hacerlo y no pasa nada. ¡Españolista el que lo diga! Además, en última instancia, lo que cuenta es, como dice Joan Ridao, 'la voz del pueblo catalán'. O sea, un orfeón. Por favor, tomen nota del que desafine.

Y seguiremos con las mentiras, rebozadas de sonrisas, hasta que la gente decida que ya no puede soportar más su maquillaje.

Sebastián Urbina.

viernes, 17 de octubre de 2008

EL SER O NO SER DE LOS PARTIDOS POLÍTICOS

Artículo de Gerardo Hernández Les * en “La Opinión” de Málaga del 17 de octubre de 2008

El debate sobre la naturaleza y funcionamiento de nuestros partidos está abierto desde el origen de nuestra reciente democracia. Nuestra transición democrática fue, en realidad, un proceso cruento para sus principales actores políticos. Unos (la UCD) pagaron la factura del franquismo y otros (el PCE) la del antifranquismo. Nadie duda de que el gran beneficiario de aquella coyuntura histórica fue el PSOE. Pero la ilusión que despertó en los ciudadanos la llegada de los socialistas al poder en 1982 no les hizo diferentes a los demás partidos nacionales en cuanto al papel que el partido debe jugar respecto al resto de la sociedad y ante sus propios militantes. Seguramente, si ha habido un partido, en todos los años de nuestra democracia, en el que el poder del aparato ha sido impermeable a la participación de los ciudadanos, pero, sobre todo, a la de sus propios afiliados, en cuanto a la igualdad de oportunidades respecto a la ocupación de cargos orgánicos o presencia en las listas electorales, ese ha sido el PSOE.
En cuanto al PP, no parece tampoco ante la opinión pública como un dechado de democracia. El conflicto interno vivido en la preparación del reciente Congreso de Valencia, y su desenlace final, no es precisamente el mejor ejemplo para resolver los problemas de liderazgo en una sociedad avanzada.
Sirva esto para decir que nuestros partidos no son ajenos al deterioro que ha sufrido nuestra democracia desde la aprobación de la Constitución en 1978. Siendo, los partidos, constitutivamente la columna vertebral de cualquier régimen democrático, en nuestra sociedad no han sabido jugar el papel equilibrador que se les demandaba, y su función se ha concentrado en seleccionar élites gobernantes y promocionar cargos públicos, más que de ser auténticos representantes de los ciudadanos. Su obsesión por hacerse con el control de todas las instituciones sociales (públicas y privadas), y su aspiración -cuando gobiernan- de confundir el Partido con el Estado, les hace responsables en alto grado de la mayor parte de los problemas que hoy padece la democracia española.
Son estos partidos los que han terminado por hacer del Parlamento una lonja donde ponerse de acuerdo en los despachos sobre el valor y precio que conllevan las relaciones de poder y su reparto, y no el lugar donde debatir sin ventajismos los problemas que preocupan a los ciudadanos.
Sabemos que hacer en España un partido plenamente democrático es muy difícil, máxime en una sociedad con un evidente déficit de cultura democrática, y presa de la apatía participativa que los propios partidos hegemónicos le han infundido; pero también sabemos que no es posible regenerar la democracia con estructuras partidarias que han demostrado tener éxito para crear y perpetuar nomenclaturas políticas, pero no para servir a los intereses de los ciudadanos.Los medios y los fines son inseparables. No es posible lograr metas pretendidamente transformadoras con estructuras burocráticas y autoritarias, que sólo pueden albergar militantes oportunistas, sumisos al poder dominante del momento, y cuadros políticos predispuestos a realizar una práctica política manipuladora, cuya lógica -que no es otra que la de servir a su propio interés personal- va por un lado, y la de la sociedad va por otro.
Un partido de nuevo tipo, alternativo a las agotadas formaciones políticas conocidas, tiene que elevar el listón ético de la democracia y entender que ésta no es sólo un sistema para elegir gobernantes, sino una forma de vida y de convivencia, que todavía está lejos de hallarse entre nosotros. Ello exige esforzarse en crear una nueva cultura política, ejemplarizándola en su propio seno, y difundiéndola en la sociedad con todos los medios a su alcance. Es un trabajo de muchos años, y reclama la apertura de una vía que vincule la política con la cultura, con la cultura en general.
En los partidos, como en la sociedad, existen dirigentes y dirigidos. Esta jerarquización se acepta con naturalidad cuando los unos son fruto de la legitimidad democrática y los otros disponen de los cauces de participación adecuados, y las funciones de responsabilidad y de subordinación se suceden de forma alternativa y reglada. Estamos hablando de formas propias de una democracia abierta que, hasta ahora, no han sido las propias de nuestro Estado de Partidos.
Es claro que cuando hablamos de democracia -en la sociedad y en los partidos- no estamos hablando de democracia directa ni de toma de decisiones asamblearias, sino de democracia representativa, o sea, elecciones primarias, voto directo y secreto, listas abiertas, y consecuente legitimación para el ejercicio temporal de los cargos electos. Lo contrario es, con todo el maquillaje ´democrático´ que se quiera, entronizar algún tipo de poder burocrático, que para sostenerse y justificarse ante si mismo y ante los ciudadanos, sólo puede fundamentarse en la sutil utilización (y a veces ni eso) del principio de autoridad y en el culto a la personalidad de los líderes.Un partido que apueste por la democracia interna sin tapujos, no permitirá que sus militantes tengan menos derechos que los que la Constitución otorga a cualquier ciudadano; ni tampoco la incoación de expedientes de expulsión a quienes no incurran en presuntos delitos que puedan estar tipificados en el Código Penal.
En las actuales estructuras partidarias ha calado la opinión de que practicar la democracia supone riesgos, por eso las elecciones primarias en España no han pasado de la fase de estado embrionario. En realidad, los riesgos sólo los corren quienes dirigen los partidos y están obsesionados por controlarlo todo, y convencidos que solamente ellos saben lo que les conviene a los demás.
Pero en España, si queremos regenerar la sociedad, tendremos que empezar por regenerar nuestros partidos y fortalecer su imagen y credibilidad ante los ciudadanos; y eso sólo será posible con más democracia interna, aceptación de la discrepancia, más debate -todo lo ordenado que se quiera- y menos modelos de control. Este es el reto que tenemos por delante quienes no nos resignamos a vivir en una sociedad desarrollada con un régimen democrático de tan baja calidad como el que ha devenido en la España del presente.

* Miembro del Consejo Político de Unión, Progreso y Democracia y coordinador del partido en Málaga

lunes, 13 de octubre de 2008

DERECHOS E INDIVIDUOS

DERECHOS E INDIVIDUOS Por Sebastián Urbina.

Los derechos no son parte de la naturaleza como lo son, por ejemplo,las piedras. Tampoco los individuos. Una cosa es la existencia de miembros de la especie 'homo sapiens' y otra cosa distinta son los individuos. Los seres humanos hemos creado, a lo largo de la historia, la rueda, la máquina de vapor, la penicilina, los aviones y un largo etcétera. En este 'largo etcétera' tenemos que incluir los derechos y los individuos. Son, por tanto, creaciones nuestras.

Empezaremos por los individuos. Es probable que el individualismo, del que los occidentales somos herederos, tenga uno de sus relevantes orígenes en Sócrates. Sócrates animaba a conocerse a sí mismo. Así figura en el templo de Delfos, 'Conócete a ti mismo'. Pero no se trata del individualismo propio de la sociedad post-industrial de nuestros días. Pretendía que los hombres reconocieran sus límites, su ignorancia, y que entendieran que el conocimiento reside en la virtud.

Durante mucho tiempo no existió un concepto de dignidad humana quepudiera oponerse a la comunidad y que se tradujera en derechos individuales. Es por eso que Antígona, el famoso personaje de latragedia de Sófocles, sólo puede apelar a leyes divinas para oponersea las leyes humanas promulgadas por el tirano Creonte.

La idea de dignidad, el valor intrínseco de los seres humanos por el hecho de serlo, tiene mucho que ver con las ideas iusnaturalistas. Es cierto que Guillermo de Ockam anticipó la idea de derecho subjetivo através del concepto de ius fori, para referirse a la potestad de reivindicar jurídicamente alguna cosa como propia. Pero el énfasis hay que ponerlo en los llamados derechos naturales, que no dependían ni de la ciudadanía, ni de las leyes del Estado. Estas ideas, de los derechos naturales inalienables, se plasmaron en las Declaraciones de Derechos de finales del siglo XVIII. La Escuela de Salamanca, Grocio, Locke y otros, ayudaron a configurar estas revolucionarias ideas que se insertan, aunque modificadas, en los actuales Derechos Humanos.

Al hablar de individuos pensemos en Ortega y su conocida afirmación de que la vida es un proyecto en una determinada circunstancia. Este proyecto, para que tenga sentido, ha de ser libre, aunque sea dentro de los límites de mi circunstancia. Cuando el sujeto no es autónomo sino miembro de una tribu, de un rebaño, la individualidad y el individuo no han aparecido todavía. Pero el individuo es compatible con la afirmación de que es, también, un ser social. Sin embargo, el individuo es incompatible con la afirmación de que es miembro de una tribu, la oveja de un rebaño.

La aparición, lenta y costosa, del individuo y la individualidad van de la mano de nuevas ideas, de nuevas instituciones, de nuevos sistemas de simbolización. Pero si el individuo y la individualidad quebraron el sueño romántico de una comunidad primigenia, feliz y hermanada, la historia no acaba aquí. Algunos dicen que el capitalismo, no satisfecho con la destrucción de la comunidad, ha destruido, a su vez, la individualidad.

¿Cómo? Por medio de la sociedad de consumo. Masas de consumidores compulsivos aceptarían el nuevo 'opio' del pueblo, el consumismo. Si el individualismo era malo por haber destruido la comunidad primigenia y sus lazos sagrados, ahora es peor. Del egoísmo individual de las sociedades industriales habríamos pasado a los rebaños alienados yconsumistas de las sociedades post-industriales. De ahí la añoranza por el 'buen salvaje' de Rousseau y mitos similares. Ellos nos devolverían a la Arcadia feliz, al claustro materno.

Porque el hombre primitivo, se dice, era feliz. La civilización, el dinero y la propiedad privada habrían desviado a los hombres de su verdadera esencia, creando necesidades falsas y artificiales. Pero no todo está perdido. Quedan algunos resistentes que no se dejan arrojar al abismo del consumo y el conformismo. Ellos serían los pocos que se atreven, lúcidamente, a denunciar esta nueva tragedia alumbrada por el capitalismo sin escrúpulos.

Volvamos a la realidad y preguntémonos ahora por los derechos subjetivos. Recordemos algo que ayudará a entender el problema. Una expresión como 'derechos subjetivos', tiene propiedades esenciales en la medida en que las personas hagan de tales propiedades condiciones necesarias para la utilización de tal expresión. Utilizaré la palabra 'relevantes' (en vez de 'esenciales') para referirme a las características o propiedades de los 'derechos subjetivos'. Estas expresiones aparecen en contextos históricos concretos y dependen, para su significado, de los usos que las personas hacen de las mismasy de las características relevantes que les atribuyen.

Una diferencia importante entre el iusnaturalismo tradicional ylos planteamientos positivistas, en general, es que, en el primero, el derecho subjetivo es independiente de lo que diga el derecho objetivo. Pero en el segundo, no es así. De ahí que para este último, alguien tiene un derecho subjetivo solamente cuando está incorporado o reconocido por el derecho objetivo. Es decir, por el sistema jurídico vigente.

Esto plantea los consabidos problemas de si la justicia legal agota lo que es justo, o si hay espacio para la justicia extra-legal. En resumen, Pepe tiene un derecho subjetivo a vender su piso a María, si el ordenamiento jurídico vigente reconoce que personas con ciertas características (que cumplen Pepe y María) pueden vender y comprar un piso, cumpliendo ciertas formalidades.
Ahora bien ¿qué sucede con las personas jurídicas? Sabemos que Pepe yMaría existen. Los conocemos y hemos hablado con ellos. Pero ¿podemos conocer y hablar con una persona jurídica? ¿Qué tipo de existencia tiene?

La existencia de las personas jurídicas, como una sociedad anónima, pertenece a una categoría ontológica diferente a la de las personas de carne y hueso. Se trata de existencias derivadas. También las podemos llamar 'constructos'. Pues bien ¿tienen las personas jurídicas derechos subjetivos, como los tienen Pepe y María? Vayamos por partes. ¿Qué es una persona jurídica?

Hay diversas teorías acerca de lo que es una persona jurídica. Unos han dicho que no hay personas jurídicas sino que se trata de un conjunto de bienes afectados a un determinado fin. Por ejemplo, obtener beneficios, u otro cualquiera. Otros han dicho que las personas jurídicas son entidades reales que se independizan de la voluntad de las personas humanas que las han creado. Otros han dicho que son ficciones útiles. Por su parte, Hans Kelsen decía que la persona jurídica es un conjunto de normas, pero resulta difícil admitir que a un conjunto de normas se le puedan atribuir derechos y deberes.

Parece que la idea de Herbert Hart es la más aceptable. Recordemos que hay términos con referencia. Por ejemplo, 'mesa' tiene como referencia un artefacto que usualmente tiene cuatro patas. Pero hay términos o expresiones sin referencia. A diferencia de 'mesa', el término 'justicia' no tiene referencia. Este sería, también, el caso de 'persona jurídica'. Por tanto, 'persona jurídica', cumpliría una función técnica, sin que se refiera a ningún hecho o cosa que podamos ver y tocar.

En conclusión, en vez de tratar de entender 'persona jurídica' por referencia a cosas, o por referencia a organismos supraindividuales, pensaremos en términos de funciones. En tal caso, la pregunta pertinente será, ¿Qué funciones cumplen las personas jurídicas?

Hemos visto un ejemplo en el que María compra un piso a Pepe. ¿Qué sucede si Luís compra un piso, en su calidad de Presidente de una sociedad anónima? Que no lo hace para si mismo, sino en representación de la sociedad. Pero esto tiene consecuencias, que no son naturales sino jurídicas. Por ejemplo, no podrá dar este piso en herencia a su hijo Antonio ya que no es de su propiedad, sino que pertenece a una persona jurídica de la que es representante.

Si Luís (persona física) compra un piso puede expresar su voluntad ante el Notario y ante el vendedor del mismo. Pero ¿puede una persona jurídica ir al Notario y manifestar su voluntad de comprar un piso, como puede hacer Pepe? No puede. Tendrán que ser personas físicas, debidamente acreditadas, las que tengan que actuar según digan las leyes vigentes. Aunque lo hagan en representación de una persona jurídica. Las personas jurídicas sin personas físicas son como los coches sin gasolina. No pueden andar.

El problema no es que nuestras creaciones (como las personas jurídicas) cumplan una serie de funciones, más o menos beneficiosas para los seres humanos. El problema aparece cuando se cree que tienen vida propia. Esto sucede con términos como 'clase obrera', 'Nación', 'Estado y burocracia', etcétera. Algunas personas creen en ellos como entidades autónomas, que están por encima de los seres humanos de carne y hueso. Este es el caso de 'la Nación' para los nacionalistas.

En resumen, Max Weber decía que las formaciones sociales no son sino desarrollos y entrelazamientos de acciones específicas de personas individuales. Pues bien, algo parecido podemos decir de las personas jurídicas.

El proceso de concentración urbana que se produce entre los siglos XVII y XVIII en Europa, fomenta enormemente la riqueza, el comercio, los intercambios, la complejidad social, así como el énfasis en el individuo y el individualismo. La división del trabajo, la contabilidad racional, la búsqueda del beneficio al margen de las necesidades domésticas, la ética protestante, entre otros elementos, ayudarán al desarrollo y consolidación del capitalismo. Que es el que más y mejor ha fomentado el individualismo, los derechos individuales y la responsabilidad individual.

Además, no ha destruido la comunidad, sin más, sino un cierto tipo de comunidad en la que el individuo tiene un papel subordinado frente a los supuestos intereses objetivos (y mejores) de cualquier animal metafísico, llámese 'la Nación', 'el Colectivo', 'el Bien Común', 'el Estado' y similares. Todo esto no significa que la división social del trabajo y la especialización no planteen problemas. Pero no los analizaré aquí.

La sociedad industrial es una de las formas en que se materializa la distinción hecha por el sociólogo F. Tönnies entre las relaciones humanas de carácter comunitario (Gemeinschaft) y las relaciones humanas de carácter societario (Gesellschaft). En las primeras, hay relaciones interpersonales (digamos, cara a cara), poca división social del trabajo y fuerte cohesión social. En las segundas, la convivencia es más anónima, el consumo es más individualizado y hay una intensa división social del trabajo.

Se trata, en definitiva, del paso de las sociedades agrario-tradicionales a las sociedades industriales, más individualistas, más secularizadas y con menor cohesión social. A pesar de que ninguna de las dos formas citadas se materializa de forma absolutamente pura y excluyente. Por ejemplo, las relaciones familiares son un caso de relación comunitaria (Gemeinnschaft) que se mantiene dentro de un contexto societario (Gesellschaaft).

En la sociedad civil, las tendencias comunitarias se han apoyado, principalmente, en la tradición hegeliano-marxista. En cambio, las tendencias societarias se han apoyado, entre otras, en las aportaciones de la escuela moral escocesa del siglo XVII. ¿Qué importancia tiene esto? Veámoslo.

Los ilustrados escoceses (liberales del siglo XVIII) elaboraron una definición de sociedad civil en la que se enfatizaban las libertades políticas con gobiernos limitados, la libre asociación entre individuos y el libre mercado. Podemos ver que individuo, libertades y propiedad privada son ingredientes esenciales en esta visión de sociedad civil. Sin embargo, aunque enfatizaron la importancia de los individuos autónomos y responsables no ignoraron que estaban insertados y arraigados en una comunidad.

Pero hay otra visión de la sociedad civil. Importante como la otra pero muy diferente en sus postulados y consecuencias. Es la tendencia hegeliano-marxista. En esta tradición (con sus matices y tendencias) se enfatizan, no los individuos de carne y hueso, sino los sujetos colectivos. Estado y burocracia, clase obrera o Nación, serían entes colectivos privilegiados. De ahí el culto al Estado, o el culto a la Nación. Sólo interesa decir que, en esta visión de la sociedad civil, los sujetos colectivos se autonomizan y adquieren vida propia. Una consecuencia es que los individuos de carne y hueso pierden importancia y autonomía, y se subordinan a los supuestos intereses objetivos de estos 'animales metafísicos'. Un verdadero peligro para la libertad individual.

Los Derechos Humanos, a los que antes me referí, suelen dividirse en D.H. de 1ª, 2ª y 3ª generación. Los de 1ª Generación son derechos frente al Estado. Es decir, son derechos para que el Estado no interfiera en la vida de los ciudadanos. Como decía Kant, 'para que cada uno pueda buscar la felicidad a su modo'. En cambio, los D.H. de 2ª generación son, por el contrario, derechos en los que se exige que el Estado intervenga en la vida de los ciudadanos. Se trata de derechos sociales, como las vacaciones, la vejez, seguros sociales, etcétera. Mientras que los de la primera generación se llaman derechos de libertad, los segundos se llaman derechos de igualdad. Finalmente, los D.H. de 3ª generación se refieren, básicamente, a un medio ambiente equilibrado y sostenible; derecho al desarrollo, y derecho a la paz.

Con independencia de que sea sensato extender los derechos (más allá de los derechos de 1ª generación y unos mínimos (y sostenibles) derechos sociales) es importante retener que la principal función de los derechos individuales es la de ser un límite a los objetivos colectivos. Dicho con otras palabras. Permiten evitar que con la excusa (más o menos justificada) del bien común, se violen derechos individuales básicos.

Y esto ¿por qué? Porque, afortunadamente, creemos (eso espero) que el individuo es el reducto inviolable que permite que la sociedad democrática tenga sentido. No se trata de negar ni la sociedad, ni el bien común. Se trata de no olvidar la recomendación de Milton Friedman.

'Una sociedad que pone la igualdad por encima de la libertad, terminará sin libertad ni igualdad'.

¿Por qué? Porque las mayores cotas de igualdad se consiguen a costa de la libertad de los demás. Y si queremos vivir en una sociedad de hombres libres no podemos acosar y estrechar la libertad para conseguir una utopía peligrosa e inalcanzable, la igualdad material, la igualdad de resultados. Es el tipo de igualdad ambicionado por la tradición hegeliano-marxista y compañeros de viaje.

En su libro 'La dignidad del individuo', dice David Boaz, "Los conservadores desean ejercer el papel de padres, decir a los ciudadanos lo que deben y no deben hacer. Los socialdemócratas quieren reemplazar a las madres, alimentar a los ciudadanos, vestirles, limpiarles la nariz. Los liberales sólo desean tratar a los ciudadanos como adultos".

Terminaré con un canto a la libertad, que no sólo incluye los derechos subjetivos sino, también, la responsabilidad individual, rechazada por los que creen en rebaños y tribus, amparados en teorías comunitaristas de diverso signo. Recordemos que las personas que no quieren ser responsables de sus actos, los imputan a 'la sociedad', a 'los padres', a 'los maestros, o lo que haga falta. De ahí que se conviertan en 'niños perpetuos'. Son los que exigen derechos, pero repelen las obligaciones y la responsabilidad individual. Y siempre hay políticos irresponsables que animan a los ciudadanos a convertirse en niños, para poder ejercer de padres y madres. Putativos, por supuesto.

Sebastián Urbina.

martes, 23 de septiembre de 2008

NO A LA IMPOSICION LINGÜÍSTICA

Clemente Polo
Manifestación el 28 de septiembre a las 11 horas en BCN. ¡COLABORA!

Diremos no a la imposición lingüística en nuestras escuelas. No a la Ley de Educación de Cataluña. Si al bilingüismo en la educación.

El 28 de septiembre a las 11 horas, bajo el lema "No a la imposición lingüística en nuestras escuelas", Ciudadanos convoca a la sociedad civil y a las instituciones de Cataluña y de otras comunidades a una gran manifestación en Barcelona para defender el bilingüismo en la enseñanza en Cataluña. ¡VEN CON TU FAMILIA Y AMIGOS!

Recorrido: De Plaza Urquinaona a Plaza Sant Jaume.

sábado, 6 de septiembre de 2008

De capitán rojillo a pontífice nacionalista

Clemente Polo
3 septiembre 2008
Clemente Polo En el pasado mes de agosto se han clarificado las dudas que algunos ciudadanos progresistas todavía podían albergar sobre el sustrato ideológico del “socialismo” catalán, encarnado en el Partit del Socialistes de Catalunya (PSC), y, en particular, sobre la posición personal de su actual secretario general, José Montilla, a la sazón President de la Generalitat de Cataluña. De pie, aupado a un atril en donde se podía leer “La Catalunya que sap on va” (“La Cataluña que sabe donde va”), enfundado en hábito negro delante un austero muro de piedra, el otrora alcalde de Cornellá, desgranaba un discurso que ratifica la plena asunción por parte del PSC de los principios del credo nacionalista y la disposición del propio Montilla a ocupar su puesto dentro de la saga de pontífices nacionalistas que han gobernado Cataluña desde 1978:
  • “Si estamos unidos [los partidos catalanes], podemos. Necesitaremos muchas dosis de prudencia, discreción, unidad, ambición, determinación y un punto de audacia. Nuestra ambición no es desmesura, y si tenemos la tenacidad de Terradellas, la convicción de Pujol, la visión de Maragall, podremos.” (El País, 29 agosto 2008)

Como ponen de manifiesto estas palabras, el PSC, con su secretario general a la cabeza, está intentando asumir el liderazgo del nacionalismo catalán desde el Gobierno de la Generalitat, anteponiendo en su empeño los intereses particulares de su Comunidad a los intereses generales del Estado. Como ocurría en el Antiguo Régimen con la nobleza, los actuales dirigentes “socialistas” catalanes contemplan y denuncian como una intromisión intolerable cualquier iniciativa general del Estado, por mínima que ésta sea; requieren la desmembración de cualquier servicio o función del Estado y hasta de las empresas públicas, sin importarles un ápice si ello mejora o no la eficiencia del servicio; y, en fin, demandan entablar a estos efectos negociaciones bilaterales con el Gobierno de España, como si Cataluña, en lugar de una Comunidad Autónoma, fuera un estado independiente. Y cuando el Gobierno español se atreve en contadas ocasiones a establecer alguna normativa común, la respuesta es la misma: incumplen la ley y amenazan con la desafección de Cataluña, una entidad que como las antiguas deidades piensa y quiere y de la que, al parecer, ellos se han convertido en sus oráculos.

No estamos hablando, por hablar. La reacción de los partidos catalanes ante el Real Decreto (1513/2006 de 7 de diciembre) de enseñanzas mínimas que requería aumentar de 2 a 3 horas el tiempo dedicado a la enseñanza de Lengua y Literatura castellanas en la enseñanza primaria en Cataluña (véase mi artículo “Montilla incumple la ley”), prueba que hasta iniciativas tan inocuas como ésta, son inmediatamente tachadas por los partidos catalanes de intromisiones intolerables en las competencias propias de Cataluña. Lo que es peor, el propio Sr. Montilla ha firmado dos decretos consecutivos, llamados moratorias, para que las escuelas puedan incumplir el Real Decreto con total impunidad y ha declarado en el propio Parlament que el Real Decreto no entrará en vigor en Cataluña. Ante la pasividad de la Ministra de Educación y Ciencia y del Gobierno, me pregunto: ¿para qué se molesta el Gobierno del Sr. Rodríguez Zapatero y sus señorías en redactar y aprobar reales decretos que se incumplen sin que aquí pase nada?

En cuanto a desmembración de los servicios y funciones del Estado y de las empresas públicas, cabe destacar por su importancia la pretensión de la Generalitat de cerrar el sistema judicial en el Tribunal Superior de Justicia de Cataluña, la exigencia de recaudar todos los impuestos por una agencia tributaria catalana o las reiteradas demandas de que se traspase la gestión del servicio de cercanías de RENFE o la gestión del aeropuerto del Prat a las administraciones catalanas. Todas estas demandas tienen dos objetivos que se refuerzan mutuamente: aumentar, desde luego, los recursos controlados por la Generalitat y, al mismo tiempo, debilitar a la Administración Central del Estado. No tengo noticia de ningún experto en leyes o hacendista de renombre al que se le haya ocurrido, por ejemplo, proponer la eliminación del Tribunal Supremo o la desmembración de la oficina federal de impuestos (Internal Revenue Service) de los Estados Unidos. Tampoco conozco a ningún reconocido experto en transporte que haya demandado, por ejemplo, que los servicios ferroviarios locales o regionales se segreguen en Alemania de la operadora nacional (Bahn). Si de mejorar la eficacia de estos servicios se tratara, hay una infinidad de medidas que se podrían adoptar para mejorar su funcionamiento, pero dudo que ninguna de ellas fuera en la línea de las demandas de los políticos catalanes. No tengo ninguna duda, sin embargo, de que bastantes hermanos, primos, sobrinos y amigos de los dirigentes políticos catalanes (maragalles, carodes-roviras, montillas, nadales, etc.) encontrarían buenos empleos si el control de estos servicios se traspasara a la Generalitat.

La reforma de la financiación autonómica, un asunto que ha tensado las relaciones entre el PSC y el PSOE este verano, permite ilustrar la concepción arcaica del Estado que domina a los dirigentes políticos catalanes. Su posición se resume fácilmente: según el Estatuto en vigor desde el 9 de agosto de 2006 el Gobierno español está en la obligación de negociar bilateralmente con la Generalitat un acuerdo sobre financiación en el plazo de dos años; y, como se ha sobrepasado el plazo sin alcanzarse a un acuerdo, la Generalitat concluye que el Gobierno español está incumpliendo una ley. Por una vez, Solbes, Ministro de Economía y Hacienda del Gobierno español, ha puesto algo más que la cartera de pagano sobre la mesa y parece dispuesto a presentar resistencia a Castells&Cia. Al Ministro le ha bastado con recordarles que él ya presentó antes del 9 de agosto una propuesta de financiación, calificada como una “afrenta a Cataluña” por algunos partidos políticos, que la Generalitat rechazó de plano. El problema de fondo radica en que el Sr. Montilla sigue emperrado en que Cataluña, una Comunidad histórica y singular, debe negociar su financiación con el gobierno español al margen del resto de CCAA. Nadie pone en duda de las peculiaridades de Cataluña, la mayoría de ellas más anecdóticas que sustantivas en relación al tema que nos ocupa, pero ello no es óbice para reconocer que el pilar de un estado moderno y democrático son los ciudadanos, sujetos de derechos y deberes, no los territorios y los derechos históricos asociados a ellos. Por ello, el Gobierno español tiene la obligación de negociar la financiación autonómica multilateralmente con el conjunto de CCAA para asegurarse de que el resultado final responde a los intereses generales. Que subsistan en pleno siglo XXI dos comunidades, El País Vasco y Navarra, con conciertos anacrónicos, debería llevar al gobierno catalán no a intentar emularlas, sino a exigir la eliminación progresiva de los injustos privilegios de que éstas gozan. Por cierto, que, en contra de lo que a veces se argumenta, la negociación multilateral resulta perfectamente compatible con el establecimiento de un nuevo sistema de financiación más justo, si éste es el problema del actual sistema, y deja abierta a las CCAA la posibilidad de imponer recargos autonómicos a los tributos estatales o incluso establecer nuevos tributos autonómicos destinados a financiar infraestructuras regionales, aumentar los salarios de los empleados de la administración autonómica o, si se considera conveniente, financiar “embajadas” en otros países o promover selecciones deportivas, como hace la Generalitat de Cataluña.

En este contexto de confrontación abierta con el gobierno español sobre la financiación autonómica hay que situar las palabras del discurso del Sr. Montilla, transustanciado por obra y gracia del espíritu (¿santo?) de Terradellas, Pujol y Maragall en el nuevo pontífice del nacionalismo catalán. El Sr. Solbes ha hecho bien en resistirse a firmar un acuerdo bilateral con los políticos catalanes, porque sentaría un precedente cuya extensión a otros ámbitos resultaría nefasta. Y hay que aplaudir su entereza al recordar al gobierno catalán que si no se alcanza un acuerdo, el Gobierno español, surgido de unas elecciones legislativas generales, impondrá su criterio. A la vista de esta firme reacción del vicepresidente, pienso que no andaba tan errado, cuando hace unos meses (véase, mi artículo “Luces, sombras y esperanzas”) señalaba esperanzado ciertos atisbos de cambio en la actitud del Gobierno tanto en materia terrorista como en relación a Cataluña. El Sr. Rodríguez Zapatero puede ser un optimista antropológico, pero no tan insensato como para no sacar conclusiones de las dos amargas experiencias vividas en la pasada legislatura: el fracaso de la negociación con ETA y la actitud de los partidos catalanes, liderados por el PSC, que le sirvieron frío un proyecto de Estatut, inconstitucional, sin duda, pero sobre todo desleal con el Gobierno de España. La misma deslealtad, por cierto, que denunciara con amargura tantas veces Manuel Azaña al analizar el comportamiento de la Generalitat en la República y la guerra civil.

¿Qué postura debería adoptar el PP en las actuales circunstancias? No tengo ninguna duda: apoyar con decisión al Gobierno español. ZP puede ser un pirómano, como Rajoy lo ha calificado, pero cuando el monte arde, el único comportamiento admisible en un hombre de estado es ayudar el hombro para extinguir el fuego, incluso si ello atenúa el desgaste del gobierno. Ya llegará el momento apropiado de determinar y exigir responsabilidades por lo ocurrido. Por ello, alguien debería llamar al orden a la Sra. Sánchez Camacho, nueva Presidenta del PP en Cataluña, cuyas declaraciones en apoyo del aquelarre nacionalista contra el gobierno a cuenta de la financiación no han podido ser más desafortunadas. PSOE y PP debieran actuar en ésta y otras materias como partidos nacionales, y sumar fuerzas, para no acabar siendo rehenes de sus propios barones o, lo que pudiera ser todavía peor, de los nacionalistas catalanes, vascos y gallegos que representan a una exigua minoría del electorado español. En cuanto al PSC, un partido nacionalista más, ojalá que se decidiera de una vez a formar grupo parlamentario propio en el Congreso, porque tal vez entonces el PSOE se decidiera a extender su organización a Cataluña, liberándose de las hipotecas que le endosan Montilla, Iceta, Castells, Zaragoza y Cia. Sería todo un acontecimiento ver a todos estos capitanes responsabilizarse de una campaña electoral y observar la respuesta de su electorado en el Palau Sant Jordi en ausencia de algunos primos –nunca mejor dicho- españoles, como Felipe González y Rodríguez Zapatero.