martes, 23 de diciembre de 2008

INCONGRUENCIAS

Clemente Polo
22 diciembre 2008
Clemente Polo
La política española está plagada de incongruencias fruto de la falta de criterio de los dos principales partidos políticos: PSOE y PP. En los últimos días se han vivido con ocasión de la tramitación de los Presupuestos Generales del Estado en el Senado varias situaciones dignas, a causa de su naturaleza esperpéntica, de ser analizadas por algún psicólogo social.

La primera incongruencia hace referencia al comportamiento irresponsable y errático de los senadores del grupo parlamentario de la Entesa Catalana de Progrés El grupo se define a sí mismo en su página de Internet como “el grupo parlamentario nacionalista con más senadores electos” y está integrado por 16 senadores pertenecientes a tres partidos nacionalistas catalanas: 10 del Partit dels Socialistes de Catalunya (PSC); 4 de Esquerra Republicana de Catalunya /ERC); y 2 de Iniciativa per Catalunya Verds-Esquerra Unida i Alternativa (ECV-EUiaA), los mismos partidos que integran el gobierno de la Generalitat. Pues bien, al igual que ocurre en el gobierno de la Generalitat donde lo que un partido hila el otro lo deshila –una de las escasas excepciones donde prima el acuerdo es en torno a la enseñanza, materia en la que los tres partidos, junto con Convergencia i Unió, defienden la inmersión lingüística en la escuela pública e incumplen el Real Decreto de enseñanzas mínimas- el grupo parlamentario de la Entesa ha vuelto a ofrecer un espectáculo bochornoso en el Senado. Cuatro senadores del grupo pertenecientes a ERC, los Sres. Bonet i Reves, Bofill Abelló, Esquerda Segués y Muñoz Hernández, presentaron una enmienda a la totalidad al proyecto de Presupuestos Generales del Estado, a sabiendas de que, en caso de aprobarse la enmienda y ser devuelto el proyecto al Congreso, quedarían eliminadas todas las enmiendas ya aprobadas -¡la mayoría de ellas a instancias de los propios republicanos!-, durante su tramitación en el Senado, y su bien amada Cataluña perdería 21 millones de euros. Pues bien, la enmienda a la totalidad de los senadores republicanos fue aprobada y, aunque las sumas sean modestas –esa suma se la gasta la Generalitat en unos cuantos informes-, algunos proyectos sufrirán las consecuencias de la bromita de ERC e ICV-EUiA, como, por ejemplo, la creación de dos nuevos centros de investigación de energías renovables en Barcelona y Tarragona o las obras de rehabilitación del Hospital de Sant Pau o las murallas de Tarragona.

La segunda incongruencia la protagonizaron los senadores del PSC que integrados en el mismo grupo parlamentario que ERC e ICV-EUiA votaron en contra de la enmienda a la totalidad presentada por los cuatro senadores de ERC de su grupo y fueron derrotados por sus socios minoritarios. ¿Cómo permitieron los senadores del PSC que cuatro senadores de su grupo donde ostentan una amplia mayoría -10 senadores del PSC frente a 4 de ERC más 2 de ICV-EUiA- presentaran una enmienda que no pensaban a respaldar? Quizás primó el afán de dar un coscorrón al Gobierno y, en especial, al Sr. Rodríguez Zapatero que sigue reticente a otorgarles un tratamiento tan privilegiado como ellos desearían en materia de financiación y competencias. Quizás pensaron también que ese coscorrón no tendría consecuencias prácticas, pues ERC ya se había ocupado al defender la enmienda de culpar al PP y a CiU de los problemas de la Generalitat en materia de financiación. Sea como fuere, PSC y ERC erraron en sus previsiones y la enmienda fue aprobada con el apoyo de 118 senadores del PP y 10 senadores de CiU. ¡A pesar de no votar juntos una de las leyes más importantes, los senadores del PSC y ERC siguen, suponemos, constituyendo el “grupo parlamentario nacionalista” más numeroso!

Si la actitud de ERC delata la irresponsabilidad e imprevisibilidad de esta formación y la huida del PSC su patética esquizofrenia desbordado una y otra vez por los alborotadores republicanos y la parsimonia del PSOE, la incongruencia del PP resulta todavía mayor y descalifica por sí sola a la cúpula dirigente de este partido que, tras esta pirueta incomprensible, queda muy malparada su pretensión de ser gente de principios. A esto se le llama morir matando, pero no tras una gallarda defensa contra un enemigo superior que te cerca, sino apoyando un texto que les acusaba de ser “los responsables directos de las graves deficiencias que presenta el sistema actual de financiación”. Pues bien, el PP, mirando hacia otro lado, prefirió autoinculparse y apoyar la enmienda de ERC en aras a conseguir el magro beneficio de devolver los presupuestos al Congreso, donde previsiblemente serían aprobados unos días después.

Y esto nos lleva a examinar la última incongruencia: el voto favorable del partido Nacionalista Vasco (PNV) y el Bloque Nacionalista Galego (BNG) que permitió, primero, sacar adelante los Presupuestos en el Congreso y, por último, levantar el voto del Senado en la sesión plenaria Congreso del pasado 18 de diciembre. Bien sabemos que el apoyo de estas dos formaciones no ha sido fruto de un acto de responsabilidad: el PNV se ha llevado un par de cientos de millones más las competencias en Investigación y el BNG ha logrado también más inversiones para Galicia. ¿Por qué el PSOE se ha sometido al chantaje nacionalista? Una vez más han primado los intereses a corto plazo –no dar baza a la oposición y afrontar en mejores condiciones las próximas elecciones vascas, en el caso del gobierno, y desgastar y descalificar al gobierno, en el caso de la oposición- y los dos partidos que han gobernado España desde 1082, PSOE y PP, han renunciado a pactar unos presupuestos razonables, dejando en manos de un puñado de arribistas, que ni siquiera se consideran españoles, la aprobación de los Presupuestos Generales. Que las prebendas obtenidas por estos dos partidos son injustas no requiere más elaboración, basta con indicar que hubieran ido a otra autonomía si los votos los hubieran prestado los representantes de CIU y ERC, como ocurrió en otras legislaturas. ¡Triste Estado sin autonomía!

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