martes, 23 de diciembre de 2008

INCONGRUENCIAS

Clemente Polo
22 diciembre 2008
Clemente Polo
La política española está plagada de incongruencias fruto de la falta de criterio de los dos principales partidos políticos: PSOE y PP. En los últimos días se han vivido con ocasión de la tramitación de los Presupuestos Generales del Estado en el Senado varias situaciones dignas, a causa de su naturaleza esperpéntica, de ser analizadas por algún psicólogo social.

La primera incongruencia hace referencia al comportamiento irresponsable y errático de los senadores del grupo parlamentario de la Entesa Catalana de Progrés El grupo se define a sí mismo en su página de Internet como “el grupo parlamentario nacionalista con más senadores electos” y está integrado por 16 senadores pertenecientes a tres partidos nacionalistas catalanas: 10 del Partit dels Socialistes de Catalunya (PSC); 4 de Esquerra Republicana de Catalunya /ERC); y 2 de Iniciativa per Catalunya Verds-Esquerra Unida i Alternativa (ECV-EUiaA), los mismos partidos que integran el gobierno de la Generalitat. Pues bien, al igual que ocurre en el gobierno de la Generalitat donde lo que un partido hila el otro lo deshila –una de las escasas excepciones donde prima el acuerdo es en torno a la enseñanza, materia en la que los tres partidos, junto con Convergencia i Unió, defienden la inmersión lingüística en la escuela pública e incumplen el Real Decreto de enseñanzas mínimas- el grupo parlamentario de la Entesa ha vuelto a ofrecer un espectáculo bochornoso en el Senado. Cuatro senadores del grupo pertenecientes a ERC, los Sres. Bonet i Reves, Bofill Abelló, Esquerda Segués y Muñoz Hernández, presentaron una enmienda a la totalidad al proyecto de Presupuestos Generales del Estado, a sabiendas de que, en caso de aprobarse la enmienda y ser devuelto el proyecto al Congreso, quedarían eliminadas todas las enmiendas ya aprobadas -¡la mayoría de ellas a instancias de los propios republicanos!-, durante su tramitación en el Senado, y su bien amada Cataluña perdería 21 millones de euros. Pues bien, la enmienda a la totalidad de los senadores republicanos fue aprobada y, aunque las sumas sean modestas –esa suma se la gasta la Generalitat en unos cuantos informes-, algunos proyectos sufrirán las consecuencias de la bromita de ERC e ICV-EUiA, como, por ejemplo, la creación de dos nuevos centros de investigación de energías renovables en Barcelona y Tarragona o las obras de rehabilitación del Hospital de Sant Pau o las murallas de Tarragona.

La segunda incongruencia la protagonizaron los senadores del PSC que integrados en el mismo grupo parlamentario que ERC e ICV-EUiA votaron en contra de la enmienda a la totalidad presentada por los cuatro senadores de ERC de su grupo y fueron derrotados por sus socios minoritarios. ¿Cómo permitieron los senadores del PSC que cuatro senadores de su grupo donde ostentan una amplia mayoría -10 senadores del PSC frente a 4 de ERC más 2 de ICV-EUiA- presentaran una enmienda que no pensaban a respaldar? Quizás primó el afán de dar un coscorrón al Gobierno y, en especial, al Sr. Rodríguez Zapatero que sigue reticente a otorgarles un tratamiento tan privilegiado como ellos desearían en materia de financiación y competencias. Quizás pensaron también que ese coscorrón no tendría consecuencias prácticas, pues ERC ya se había ocupado al defender la enmienda de culpar al PP y a CiU de los problemas de la Generalitat en materia de financiación. Sea como fuere, PSC y ERC erraron en sus previsiones y la enmienda fue aprobada con el apoyo de 118 senadores del PP y 10 senadores de CiU. ¡A pesar de no votar juntos una de las leyes más importantes, los senadores del PSC y ERC siguen, suponemos, constituyendo el “grupo parlamentario nacionalista” más numeroso!

Si la actitud de ERC delata la irresponsabilidad e imprevisibilidad de esta formación y la huida del PSC su patética esquizofrenia desbordado una y otra vez por los alborotadores republicanos y la parsimonia del PSOE, la incongruencia del PP resulta todavía mayor y descalifica por sí sola a la cúpula dirigente de este partido que, tras esta pirueta incomprensible, queda muy malparada su pretensión de ser gente de principios. A esto se le llama morir matando, pero no tras una gallarda defensa contra un enemigo superior que te cerca, sino apoyando un texto que les acusaba de ser “los responsables directos de las graves deficiencias que presenta el sistema actual de financiación”. Pues bien, el PP, mirando hacia otro lado, prefirió autoinculparse y apoyar la enmienda de ERC en aras a conseguir el magro beneficio de devolver los presupuestos al Congreso, donde previsiblemente serían aprobados unos días después.

Y esto nos lleva a examinar la última incongruencia: el voto favorable del partido Nacionalista Vasco (PNV) y el Bloque Nacionalista Galego (BNG) que permitió, primero, sacar adelante los Presupuestos en el Congreso y, por último, levantar el voto del Senado en la sesión plenaria Congreso del pasado 18 de diciembre. Bien sabemos que el apoyo de estas dos formaciones no ha sido fruto de un acto de responsabilidad: el PNV se ha llevado un par de cientos de millones más las competencias en Investigación y el BNG ha logrado también más inversiones para Galicia. ¿Por qué el PSOE se ha sometido al chantaje nacionalista? Una vez más han primado los intereses a corto plazo –no dar baza a la oposición y afrontar en mejores condiciones las próximas elecciones vascas, en el caso del gobierno, y desgastar y descalificar al gobierno, en el caso de la oposición- y los dos partidos que han gobernado España desde 1082, PSOE y PP, han renunciado a pactar unos presupuestos razonables, dejando en manos de un puñado de arribistas, que ni siquiera se consideran españoles, la aprobación de los Presupuestos Generales. Que las prebendas obtenidas por estos dos partidos son injustas no requiere más elaboración, basta con indicar que hubieran ido a otra autonomía si los votos los hubieran prestado los representantes de CIU y ERC, como ocurrió en otras legislaturas. ¡Triste Estado sin autonomía!

Raimon in the sky with diamonds

Raimon in the sky with diamonds

(Divertimento sobre la fábrica de ideas del PSC)

17 diciembre 2008

Clemente Polo


Una nave espacial acaba de suspenderse en el aire muy cerca de la Ille en Barcelona. La puerta se abre y en medio de un silencio estremecedor un extraño ser aparece y comienza a deslizarse por una suerte de alfombra autodesplegable roja y gualda, roja y gualda, roja y gualda, roja gualda hacia el número 75 del Carrer Nicaragua. Los empleados contemplan atónitos el arco iris con las cuatro barras y dejan de recolectar la leña que mantiene viva la gran hoguera encendida en el siglo XII. El ser dirige a ellos una mirada benévola y pronuncia un0s extraños sonidos: “Don’t be afraid. I am a has been but I will not be a candidate again” (No tengáis miedo. Soy uno que fue, pero ya no seré candidato de nuevo). La gente sencilla, iluminada, sin duda, por el Gran Espíritu del Fuego Olímpico, parece comprender las enigmáticas palabras y rompe en aplausos y gritos, transportada por un gran alborozo. “ ¡Ha vuelto! ¡ Ha vuelto!”, se dicen unos a otros, mientras fraternalmente se abrazan.

El ser, hasta ese momento pálido y algo confuso, se anima y continua su discurso: “I have just returned to bring you the light of modern times: I am the boss of the workshop of ideas.” (“He
regresado tan sólo para traeros la luz de la modernidad: soy el jefe de la factoría de las ideas”). Más aplausos y vivas entusiastas de los empleados. Suena la música aguda de unas dulzainas y las gentes, conmovidas, se cogen espontáneamente de las manos y empiezan a moverse lentamente en corro mientras elevan levemente sus piernas. El ser bate entonces con entusiasmo una especie de palo afilado y les dice: “Here, is the pen of catalan socialist wisdom. Join us, write with us”. (“Aquí está la pluma de la sabiduría socialista catalana. ¡Únete a nosotros!¡Escribe con nosotros!” ). Gritos de sincero entusiasmo recorren la muchedumbre. Alerta, un recién nacido exclama: “¡I’ve tinc a n’ idea!”. (“¡Tengo una idea!”). El ser se apresta a tomar nota. ¡L’inmersió lingüística, works!, escribe con deleite.

Reconciliado consigo mismo y con la sociedad, el ser se sienta en la suite ejecutiva de la fábrica de ideas. A un gesto suyo, se despliega en el cielo una hermosa lluvia de fuego mediterráneo y comienzan a desembarcar otros seres de la nave silenciosa. Un ser algo canoso, y fatigado transporta con gran esfuerzo una hermosa tabla donde pueden verse signos aleatoriamente dispuestos por la mano de un artista:


Estatut

de


Catalunya


      +
      .+

      2006
      .+


(P R O Es posible que tu navegador no permita visualizar esta imagen.¡3 %! j E C T E) (¡Erase ALL!).


Le sigue otro que, absorto, tamborilea sus dedos sobre un teclado mientras el vientre de la nave, convertido a la sazón en gigantesca pantalla digital, se va llenando de consignas: BAL A_ NZAS, A GEs posible que tu navegador no permita visualizar esta imagen. E N C I A`tRiB^UTAR -iA catalaNa, FinanciaCiò ara, …. Finalmente, aparece un monaguillo regordete que porta un enorme botafumeiro y va dejando una nube de humo blanco: tras ella, un ser menudo, tocado con una mitra, avanza solemne a campo abierto mientras murmura entre dientes palabras-propuestas para la convención del futuro: TC N O0o me resignaré// R E F ER E NDUM SIii no potser // ZP (traidoor) // ¡ay CAARM--!EL // AuTO n OMÍiA +més + // ceRcAnías Prat papá nOel //EMbAi X ADAS per Apel-les i el meu germá qué // PlaSticBaags PARK sínosínosaurio!// L9 segle XXII d. C.Es posible que tu navegador no permita visualizar esta imagen. the Great Wall III a. C. // niSSAnSONY pÓNjaponjaPonja WW//orapronobisorapronobis. Amén.


Obiols abre a los no afiliados la nueva fábrica de ideas del PSC

(El País, 5 diciembre 2008)


La Conferencia Abierta, una de las ideas más concretas que surgieron del congreso del Partit dels Socialistes (PSC) el pasado verano, echó a andar ayer con el objetivo de convertirse en la nueva fábrica de ideas y de generación de discurso del partido. Su impulsor, el eurodiputado Raimon Obiols, no ocultó en la presentación que su proyecto algo tiene de reacción a la publicitada "refundación del catalanismo" de Artur Mas, pero se esforzó en marcar las diferencias.

De entrada, Obiols insistió en que el proyecto socialista no busca "fichar" personalidades para el PSC, sino "encontrar gente que quiera hablar con los socialistas". Y es que el objetivo del eurodiputado es que al menos la mitad de los participantes en la conferencia sean ciudadanos no afiliados al PSC.

El embrión de la Conferencia Abierta es la Convenció pel Futur, el espacio de debate que el sector más catalanista del PSC ha impulsado el último año con el objetivo de hacer oír su voz en el congreso del partido del pasado verano. Tuvieron éxito, pues la ejecutiva del partido incluyó a varios de sus miembros y Raimon Obiols, la cabeza visible del grupo, recibió el encargo del primer secretario, José Montilla, de poner en marcha la nueva fábrica de ideas del partido. Otros dirigentes que forman parte de la Convenció pel Futur son el consejero de Economia, Antoni Castells, y los diputados Daniel Font y Pia Bosch.

Pasado el congreso y satisfecho por su peso en la nueva ejecutiva, el sector más catalanista volvió a reunirse ayer. En esta ocasión para debatir la crisis económica e impulsar el proyecto del nuevo foro de debate que busca ampliar la base social del PSC. Obiols bromeó con otra diferencia fundamental entre su proyecto y el de Artur Mas. La Casa Gran del Catalanisme, recordó, está impulsada por el jefe de la oposición en Cataluña y aspirante a presidir la Generalitat. Por ello dijo que Mas utiliza la Casa Gran del Catalanisme como plataforma "electoral" y "propagandística". Se distanció del estilo de Mas recordando, entre bromas, que él ya no aspira a ser candidato, después de tres intentos de desbancar a Jordi Pujol de la Generalitat. "Yo soy lo que los ingleses llaman un has been [alguien que ha sido]".

En el acto, al que asistió el portavoz del PSC, Miquel Iceta, Obiols destacó el "valor" del PSC y de su primer secretario, José Montilla, por "exponerse a un debate a campo abierto" en un momento el que el PSC no está en la oposición, gana elecciones y administra extensas cuotas de gobierno.

Obiols destacó también que las nuevas formas de democracia participativa y la iniciativa social serán dos ámbitos de atención en la Conferencia Abierta y animó a participar en este proyecto.


jueves, 18 de diciembre de 2008

LA CRISIS

Clemente Polo
17 diciembre 2008
Clemente Polo
Mala gestión: recesión y crisis

Clemente Polo
Catedrático de Fundamentos del Análisis Económico
Universidad Autónoma de Barcelona


Nadie duda ya de que los bancos y las entidades financieras en los EEUU y la mayoría de países europeos están padeciendo graves problemas de liquidez y solvencia y de que sus economías, que han registrado una brusca reducción de las tasas de crecimiento del PIB en los últimos doce meses, están a un paso de adentrarse en una recesión cuya profundidad ningún experto se atreve hoy a pronosticar. Recesión económica y crisis financiera global constituyen una mezcla explosiva e insólita que el mundo desarrollado no padecía desde la Gran Depresión. Por si había alguna duda sobre lo insólito de la situación, ahí están los erráticos diagnósticos de los responsables económicos a un lado y otro del Atlántico, y la improvisación, falta de transparencia e inconsistencias de los planes que han propuesto para afrontarla. Han jugado con fuego durante años, y ahora quieren apagar el incendio desbocado volcando cientos y cientos de miles de dólares y euros de los sufridos contribuyentes, sin al parecer haber reparado en que el dinero también arde.

Los graves problemas financieros y económicos que padecen la mayoría de las economías occidentales han surgido tras un largo período de crecimiento económico al que por primera vez se han sumado algunos de los países más populosos y pobres del planeta, como China e India entre otros. Esta prolongada fase expansiva, que ha abarcado con alguna breve pausa casi dos décadas, ha terminado ocasionando fuertes alzas de los precios en los mercados de materias primas y alimentos, al mismo tiempo que las manufacturas producidas en las fábricas asiáticas iban inundando los mercados de los países desarrollados y desmantelando sectores productivos que hasta hace algunos años ocupaban a una parte significativa de la fuerza laboral menos cualificada. La respuesta de muchos países occidentales a la amenaza de estancamiento o recesión ha sido reducir los tipos de interés para seguir alimentando el consumo de las familias y fomentando inversiones de dudosa rentabilidad a medio plazo. ¿El resultado? Unas economías cada día más endeudadas, dependientes para mantener tasas de crecimiento aceptables de la inclinación de los inversores extranjeros a seguir financiando el crecimiento del consumo y la inversión. En esta descripción encajan, sin duda, EEUU y España.

La combinación de una política monetaria excesivamente laxa en EEUU a partir de 2000, el desarrollo de productos financieros diseñados para trocear y traspasar los riesgos a otras entidades financieras y las generosas calificaciones otorgadas por las entidades encargadas de valorar los activos, facilitó la asunción de riesgos muy elevados por los bancos y su transmisión a otras entidades financieras y complicó la tarea de los bancos centrales encargados de velar por la solvencia del sistema financiero. Los bajos tipos de interés nominales -que en muchos casos resultaban negativos al descontar la tasa de inflación-, además de atizar el consumo y debilitar el ahorro de las familias, inflaban los precios de activos de larga vida, como las viviendas y las empresas. El círculo vicioso lo cerraban los bancos comerciales e hipotecarios que prestaban alegremente dinero a las familias a tipos variables a muy largo plazo para adquirir viviendas y procedían después a titulizar las hipotecas concedidas, traspasando los riesgos a otras entidades financieras que los adquirían confiando en el prestigio de los bancos de inversión y las agencias de calificación de riesgos. También las propias entidades financieras y las empresas no financieras encontraron muy rentable en esas circunstancias endeudarse para entrar en los mercados inmobiliarios o financiar sus planes de expansión y absorción, olvidando con frecuencia destinar una parte de sus beneficios corrientes a aumentar sus reservas o ampliar capital.

El resultado de todas estas irresponsabilidades ha sido una intoxicación masiva del sistema financiero internacional que ha puesto contra las cuerdas a numerosos bancos y entidades financieras en los EEUU, la UE y otros países desarrollados. Las dificultades comenzaron a observarse en cuanto se dejaron sentir los efectos de la elevación de los tipos a partir de mediados del 2004 y los precios de los activos inmobiliarios se desplomaron en los EEUU a partir de 2006. La pérdida de valor de los activos hipotecados, originó la quiebra e intervención de algunos bancos hipotecarios, de inversión y aseguradoras a ambos lados del Atlántico y puso bajo sospecha la solvencia del sistema financiero internacional. Esta circunstancia, sumada a la certeza de que el largo ciclo expansivo había llegado a su fin en muchos países, llevó a los inversores individuales e institucionales a vender masivamente sus activos para evitar pérdidas, provocando el desplome generalizado de las cotizaciones y convirtiendo en colosales galerías lo que hasta ese momento eran grietas en los balances de los bancos y otras entidades financieras, empresas no financieras y familias.

La gravedad de la situación a comienzos del otoño requería la actuación urgente y coordinada de los principales bancos centrales y gobiernos para restablecer la confianza en el sistema financiero. Había que evitar a toda costa que los ciudadanos, perdida la confianza en la solvencia de los bancos, acudieran en masa a retirar sus depósitos y les obligaran a cerrar sus puertas en cuestión de horas. La medida adoptada por la UE de garantizar los depósitos inferiores a 100.000€ –una cifra bastante inferior a los 200.000$ garantizados a los depositantes en los EEUU- ha ido en la dirección correcta, aunque se ha quedado corta, pues con la elevada incertidumbre existente la garantía debería cubrir el montante total de los depósitos, para evitar que las familias y empresas los troceen entre varias entidades o decidan esconder su dinero bajo el colchón, como parece indicar el reciente auge de ventas de cajas fuertes. Asimismo, los países de la UE deberían garantizar el funcionamiento del sistema de compensación interbancaria para alejar el temor a que la posible insolvencia de una entidad pueda generar impagos cuando se aceptan medios de pago emitidos contra ella.

Resueltos los problemas más urgentes del sistema financiero, ¿cómo se debería afrontar la más delicada cuestión de la falta de solvencia de algunas entidades financieras? Ya he indicado que la mayoría de las entidades financieras, empresas no financieras y familias están necesitadas de capital para cubrir la diferencia entre el valor de sus pasivos y activos. La tarea más urgente ahora es recapitalizar las entidades financieras para que las empresas no financieras y familias puedan encontrar financiación y no se paralice actividad económica. Comprobada la escasa disposición de los inversores privados -los Bancos de América y Santander y Warren Buffet constituyen las únicas excepciones a la regla- a adquirir acciones de entidades sobre cuya solvencia hay dudas razonables, la mayoría de los economistas académicos, incluidos varios premios Nobel, han apostado por que sea un fondo público financiado con emisiones de deuda quien inyecte el capital necesario.

Frente a la compra masiva de activos dudosos a precios inflados por la que apostaba inicialmente el Plan Paulson -y también el plan de 50.000 millones de euros aprobado por el gobierno español-, la capitalización de las entidades mediante la adquisición de acciones preferentes presenta dos ventajas importantes: las transacciones se realizan a precios observables y los contribuyentes coparticipan en los beneficios futuros que obtengan las entidades. Su principal inconveniente reside en que el rescate quiebra una máxima esencial para el buen funcionamiento del capitalismo: quien cosecha los beneficios debe soportar las pérdidas. Resultaría peligroso que los gestores de entidades financieras recibieran hoy el mensaje de que su gestión irresponsable del riesgo se puede solucionar inyectando capital público aportado por los sufridos contribuyentes. ¿Qué ocurriría si las empresas de seguros no investigaran los incendios? Que muchos asegurados prenderían fuego a sus propiedades. Para evitar el riesgo moral que la iniciativa conlleva, la capitalización pública de las entidades debería ir acompañada de una investigación exhaustiva de la gestión realizada por sus ejecutivos en los últimos años y la determinación de responsabilidades por su descapitalización.

La información publicada al respecto cifraba en 145.000 millones de dólares los sobresueldos percibidos por los empleados de cinco entidades financieras estadounidenses entre 2003 y 2007 y en 19.700 millones los que abonarán tres de ellas, todavía en pie en 2008 (1). Estos sobresueldos suponen el 23,5 por ciento de los 700.000 millones de dólares que contempla el plan de rescate aprobado por el Congreso de los EEUU. Resultaría un cruel sarcasmo que mientras miles de familias pierden sus viviendas y las empresas cierran sus puertas o reducen sus plantillas, el gobierno de EEUU y los gobiernos europeos dedicaran cientos de millones de dólares y euros a capitalizar las entidades financieras responsables del desaguisado, sin emprender acciones legales contra los responsables de su descapitalización. No ha faltado, por cierto, quienes han apuntado que el plan Paulson se ha diseñado para salvar el pellejo de sus amigos de Wall Street en una de cuyas empresas, Goldman and Sachs, el propio Paulson labró su inmensa fortuna personal en los años de vacas gordas.

De muy desafortunada cabe calificar la iniciativa del Gobierno español que comparte con el plan inicial de Paulson, el secretismo –no se conocerán los nombres de las entidades beneficiarias del plan de rescate hasta pasados cuatro meses- y el compromiso de adquirir con dinero de los contribuyentes activos de las carteras de las entidades financieras. La única diferencia apreciable con el plan Paulson es que el Secretario del Tesoro de EEUU tenía la honestidad de reconocer que los activos que se iban a adquirir eran problemáticos (troubled assets), en tanto que el Gobierno español enmascara su actuación calificándolos de “máxima calidad” para tranquilizar a la opinión pública. ¡El PSOE se ha atrevido incluso a reescribir el cuento de la lechera y antes que el Gobierno abra la boca ha calculado cuántos cientos de millones ganará el Estado con la operación! Lo cierto es que el Gobierno va a adquirir activos de dudosa calidad a precios sobrevalorados –ningún inversor privado está dispuesto hoy a comprarlos a esos precios- para insuflar a algunas entidades en apuros capital a coste cero o muy bajo. No tengo ninguna duda de que si los recursos provinieran de sus patrimonios privados, los responsables del Ministerio de Economía y Hacienda (MEH) se lo pensarían dos veces antes de dedicarlos a comprar activos de entidades bajo sospecha. Sobre todo cuando, como ya hemos indicado, hay otra forma alternativa de capitalizar esas entidades -adquiriendo sus acciones, cambiando a los gestores actuales y exigiéndoles responsabilidades por su gestión pasada- más transparente, menos costosa para el contribuyente y más acorde con la regla de oro del capitalismo.

El plan de adquisiciones de activos de “máxima calidad” se complementa con el compromiso del Gobierno de destinar otros 100.000 millones de euros a avalar la deuda emitida por las entidades financieras hasta diciembre de 2009. ¿Por qué tenemos los contribuyentes que avalar la deuda de entidades que han obtenido enormes beneficios en la pasada década? ¿No teníamos, según el MEH y el gobernador del Banco de España, uno de los sistemas financieros más solventes del mundo? Lo que en verdad tenemos son bastantes entidades financieras muy endeudadas, incapaces de hacer frente a los vencimientos que habrán de afrontar en los próximos meses. Puede ser que los activos de algunas de esas entidades sean de la “máxima calidad”, como nos dice una y otra vez el Gobierno, pero los inversores privados no parecen muy dispuestos ni a adquirirlos voluntariamente, ni a refinanciar la deuda de esas entidades.

En éste, como en tantos otros asuntos, el Gobierno está actuando con la ligereza y falta de responsabilidad típica de quienes apuestan con dinero ajeno. El Gobierno no ha anticipado una recesión que cualquier analista independiente consideraba inevitable desde hace años (2). ¿Se acuerdan Vds. del plan de dinamización de la economía que presentó el MEH en febrero de 2005, al inicio de la legislatura anterior a bombo y platillo? ¿Dónde están los informes trimestrales de seguimiento del impacto de las 100 medidas adoptadas para cambiar el obsoleto modelo de crecimiento basado en el ladrillo? Avísenme si encuentran uno. Al final primó la autocomplacencia y la inacción (y otras cosas peores) durante los cuatro años siguientes y se mantuvo el modelo inalterado hasta que reventó con el repunte de los tipos de interés.

El inevitable fin del modelo de crecimiento español basado en un nivel de endeudamiento insostenible a medio plazo y un tamaño excesivo del sector de construcción, se ha complicado con una crisis financiera cuya extrema gravedad el Gobierno ha tardado bastantes semanas en reconocer. No hay nada que temer, repetían los responsables económicos del gobierno, los problemas están al otro lado del Atlántico y allende los Pirineos: “Spain is different”. Finalmente, el Gobierno ha optado por afrontarla indirectamente, adquiriendo activos sobrevalorados de las entidades financieras con problemas, avalando sus futuras emisiones de deuda, manteniendo a sus actuales gestores y hurtando información al contribuyente sobre las operaciones de salvamento realizadas. Se van, en suma, a dedicar ingentes cantidades de dinero público a encubrir la mala gestión de algunas entidades financieras y a paliar las consecuencias de los excesivos riesgos por ellas asumidos durante la época de bonanza, cuando lo que la economía necesita con urgencia en estos momentos es inyectar capital en las entidades con problemas para restablecer la confianza en el sistema financiero. Para ello, se necesita aprobar un paquete potente de estímulos fiscales y aumentos del gasto público productivo, no la pedrea adelantada de 8.000 de euros concedida a los Ayuntamientos para financiar obras improvisadas en un mes, que detengan la espiral recesiva, impida que continúen deteriorándose el valor de los activos en los balances de las entidades financieras y mejoren la productividad de nuestraa economía.

(1) Estas entidades son Goldman Sachs, Merryl Lynch, Morgan Stanley, Lehman Brothers y Bear Stearns. Las dos últimas han quebrado.

(2) Véase, por ejemplo, mi artículo “Ahorro, inversión y saldo de operaciones corrientes” publicado en el Informe Económico y Social de las Islas Baleares, “Sa Nostra”, mayo de 2005. Una opinión similar la expresó recientemente el ex-gobernador del Banco de España L. A. Rojo en la entrevista publicada en El País el 19 de octubre 2008.

NACIONALISMOS Y SUS CÓMPLICES.

El Servicio de Normalización Lingüística de la Universidad de La Coruña, en colaboración con el Ayuntamiento de la misma ciudad y la Diputación, aprovechó el 25 de Noviembre, día de la no violencia contra las mujeres, para denunciar públicamente otra forma de violencia que debe ser eliminada para recuperar la propia dignidad y construirnos, se dice, individual y colectivamente. Como pueden imaginar, se trata de no hablar en castellano o español (la lengua de Franco) y sí hablar en gallego, lengua de la libertad. Esto último es mío, pero seguro que a ellos no les parece una bobada.

Lo primero de todo y antes de entrar en harina, ¿cómo es posible tanta estupidez? Creo que estas exhibiciones, con la cara bien alta y sin sonrojo, son más probables y habituales en contextos cerrados y faltos de libertad. No es casual que los nacionalismos se hayan convertido en los totalitarismos de nuestro tiempo. Por eso, las mismas características (con pequeñas diferencias) pueden aplicarse a nuestros desleales nacionalistas, sean del Imperio oprimido que sean. Veamos lo que decía un famoso catalanista, que se supone lleno de seny, como nos recuerda Juan Ramón Lodares:

‘Si se tiene en cuenta el mito babélico, se entienden afirmaciones como las de Jordi Pujol cuando decía: Cataluña es una Nación pero España no lo es. Tal expresión nos presenta a una Cataluña imaginada, homogénea, pura, que idealmente tiene una sola lengua propia, el catalán, circunscrita a un territorio y separada de sus vecinos. La lengua es, como se ha dicho, el índice de pureza racial’.

Dejemos aparte la cuestión de la lengua propia. Esta tontería, es triste decirlo, no es exclusiva de los nacionalistas periféricos. Por motivos que comentaré, la enfermedad se ha extendido a otros ámbitos. He oído a políticos destacados del Partido Popular hablar, con plena normalidad, de lengua propia. Lo mismo sucede con la gran mayoría de los políticos de izquierda. ¿Cómo se han alcanzado tan altos niveles de estulticia política? En el Partido Popular (aunque no todos son tan acomplejados, afortunadamente), porque hace tiempo renunciaron al debate de ideas y se han centrado en la gestión y el precio de la leche. En la izquierda, por motivos aún más penosos, que luego comentaré.

Esta obsesión enfermiza, y fuera de la realidad, por la pureza identitaria, pureza lingüística, pureza costumbrista, etcétera, es propia de mentes profundamente conservadoras y excluyentes. Recordemos que la conocida obsesión por la identidad en general, y la identidad lingüística en particular, tiene que mucho que ver con la consecución de beneficios materiales. Dicho en Román paladino, más cargos políticos y funcionariales, más subvenciones, más capacidad de decisión. O sea, más poder y dinero para nosotros, los del terruño. Los de ‘pata negra’.

Si los nativos de ‘pata negra’ han de tener ventajas porque son una prolongación natural del terruño, los ‘forasteros’ (charnegos, maketos y otras gentes de mal vivir) no podrán acceder a tan copiosos y merecidos beneficios. Claro, no son de aquí. Y si, por un casual, un charnego reconvertido accede a un importante cargo público, como sucede con el bachiller Montilla, tendrá que haber renunciado (de hecho, al menos) a sus orígenes y exhibir sin tapujos su orgullosa y preferente catalanidad. Es cierto, conviene ir de romería al pueblo natal y hacerse unas cuantas fotos.

Ya tenemos la mezcla adecuada de ‘pureza patria’ y ventajas económicas, sociales y políticas. El que comulga con la tribu será bien visto y debidamente recompensado. O bien, no molestado. El que esté alejado de la tribu, o se atreva a criticarla, que cargue con las consecuencias. Vean a Boadella. ¡Que aprendan todos!

¿Y qué pasa con la izquierda? Salvo algunos, que se atreven a criticar el maridaje nacionalismo/izquierdismo como, por ejemplo, J. Leguina, convenientemente marginado, los demás callan, o hacen el tonto. No les resulta difícil. Además, el pesebre es el pesebre. Pero las palabras del político madrileño se quedan cortas: ‘Todo este embrollo, esa sensación de engaño o de traición que tantos hemos sentido ha sido el resultado de un gran malentendido: aquel que nos hizo pensar que la izquierda catalana era una izquierda homologable con la del resto de España’.

El error, el trágico error es que la izquierda española, en general, se parece, de cada vez más, a la catalana. Incluido el Presidente Zapatero. Recordemos su famosa reflexión: ‘El concepto de nación es discutido y discutible’. El de nación española, por supuesto. No se atrevería a decir lo mismo de las grandes naciones catalana, vasca y gallega. Esta es la izquierda, digamos, española. Este es su lamentable viaje. Al simple mantenimiento del poder.

Se ha dicho, repetidamente, que no se puede prescindir de ningún elemento de un sistema cerrado, porque se desmorona. Si esto es cierto, los nacionalismos periféricos están condenados, como sistemas cerrados que son, a seguir con más discriminaciones y mentiras y no abrir la mano. Si entra aire fresco podría resquebrajarse el edificio. Ya saben, el rey estaba desnudo y los súbditos lo veían vestido, como él quería que lo vieran. Es el miedo a la libertad, la fidelidad a la mentira. Son los jugadores de cartas que siguen jugando al mus cuando asesinan a su compañero Ignacio Uría. Pues sí, los nacionalismos han traído coacción, mezquindad y miedo.

‘Cuanto más tratemos de regresar a la heroica edad del tribalismo, tanto mayor será la seguridad de arribar a la Inquisición, la Policía Secreta y el gangsterismo idealizado... Pero si queremos seguir siendo humanos, entonces sólo habrá un camino, el de la sociedad abierta’. (Popper)

Así pues, seguirán las discriminaciones y desprecios frente a los que no se plieguen a sus consignas etnicistas y liberticidas. Seguirán los públicos alardes y ostentación de lealtades tribales. La adoración al animal metafísico: La Nación. Y mentiras, subvencionadas y voluntarias, para ocultar el verdadero rostro del nacionalismo. Y el silencio cómplice. En este viaje, carente de ética y de estética, le acompaña la izquierda. Casi toda.


Sebastián Urbina.